El fundador y ex-CEO de Nate, una aplicación de compras con inteligencia artificial, Albert Saniger, ha sido acusado de defraudar a inversores. Nate prometía una experiencia de compra fluida impulsada por IA, pero según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, la realidad era muy diferente: la empresa dependía en gran medida de contratistas humanos para completar manualmente las compras, a pesar de haber recaudado más de 50 millones de dólares de inversores basándose en afirmaciones de automatización avanzada por IA.
Albert Saniger, el fundador y exdirector ejecutivo de la aplicación de compras con IA Nate, se enfrenta a serios problemas legales, específicamente cargos por defraudar a inversores. Según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de EE. UU., estos cargos se derivan de supuestas declaraciones falsas realizadas para asegurar una importante financiación de riesgo. Este desarrollo resalta el escrutinio que rodea a las startups, particularmente aquellas que aprovechan el atractivo de la inteligencia artificial, y la importancia de la transparencia en sus operaciones.
Nate, fundada en 2018, atrajo con éxito una inversión sustancial, acumulando más de 50 millones de dólares de inversores prominentes como Coatue y Forerunner Ventures. Un hito clave en su trayectoria de recaudación de fondos fue una ronda Serie A de 38 millones de dólares en 2021, encabezada por Renegade Partners. Este nivel de inversión subraya la confianza inicial que los inversores depositaron en las supuestas capacidades tecnológicas y el potencial de mercado de Nate, demostrando el importante capital que fluyó hacia la empresa basándose en sus afirmaciones.
La promesa central de la aplicación de Nate era una experiencia de pago “universal” aparentemente revolucionaria, que permitía a los usuarios completar compras en cualquier sitio de comercio electrónico con un solo clic, supuestamente impulsada por IA. Esta experiencia de compra sin fricciones fue un importante argumento de venta, lo que sugería un sistema altamente automatizado y eficiente. Los esfuerzos de marketing y recaudación de fondos enfatizaron en gran medida esta automatización impulsada por la IA como un diferenciador clave y el motor detrás de su crecimiento y escalabilidad proyectados.
Sin embargo, la realidad de las operaciones de Nate, según lo alegado por el Distrito Sur de Nueva York del Departamento de Justicia, pintó un panorama muy diferente. En lugar de depender principalmente de la IA para completar las transacciones, Nate dependía en gran medida de una gran fuerza laboral de contratistas humanos. Estos cientos de individuos, con sede en un centro de llamadas en Filipinas, supuestamente tenían la tarea de completar manualmente las compras que los usuarios de la aplicación iniciaban. Esta importante intervención humana contradecía directamente la narrativa de un proceso automatizado impulsado por la IA presentado a los inversores.
Saniger supuestamente recaudó millones en financiación de riesgo al afirmar explícitamente que Nate era capaz de realizar transacciones en línea “sin intervención humana”, con la salvedad de la participación humana solo en “casos límite” raros donde la IA encontraba dificultades. Esta afirmación fue un aspecto fundamental de la propuesta de inversión, que retrataba a Nate como una solución tecnológica altamente avanzada y escalable. A pesar de adquirir algo de tecnología de IA y contratar científicos de datos, el Departamento de Justicia sostiene que la tasa de automatización real de la aplicación fue efectivamente cero, lo que significa que la gran mayoría, si no todas, las transacciones requerían procesamiento manual por parte de los contratistas humanos.
La fuerte dependencia de los contratistas humanos en Nate no era del todo desconocida antes de los cargos del Departamento de Justicia. De hecho, este modelo operativo fue objeto de una investigación de The Information en 2022. Este informe anterior planteó preguntas sobre el alcance de la participación humana en los procesos de Nate, lo que sugiere que la realidad de sus operaciones podría no alinearse con la percepción pública o la comprensión de los inversores de una plataforma impulsada por la IA. Este escrutinio previo indica que las preocupaciones sobre las afirmaciones de automatización de Nate habían surgido antes de la acción legal formal.
Saniger no ha respondido públicamente a las solicitudes de comentarios sobre los cargos. Su afiliación profesional actual figura como socio gerente en la firma de capital de riesgo de Nueva York Buttercore Partners, que tampoco respondió a las solicitudes de comentarios. Esta falta de respuesta de Saniger y su firma actual alimenta aún más las preguntas en torno a las acusaciones y las circunstancias que llevaron a la desaparición de Nate.
Según la acusación del Departamento de Justicia, Nate finalmente se quedó sin fondos y se vio obligado a vender sus activos en enero de 2023. Este resultado provocó pérdidas “casi totales” para sus inversores, un golpe financiero significativo para aquellos que habían invertido en la empresa en función de sus supuestas capacidades de IA. El perfil de LinkedIn de Albert Saniger indica que ya no se desempeñaba como director ejecutivo a partir de 2023, lo que sugiere un cambio de liderazgo en el momento en que la empresa enfrentó importantes dificultades financieras y finalmente cesó sus operaciones en su forma original.
La situación de Nate no es un incidente aislado en el mundo de las startups, particularmente dentro del ámbito de las empresas que promocionan la IA como su tecnología principal. Ha habido otros casos en los que las startups supuestamente han exagerado sus capacidades de IA, dependiendo más del trabajo humano de lo que se ha revelado públicamente. Por ejemplo, The Verge informó en 2023 sobre una startup de software de autoservicio “AI” que también estaba impulsada en gran medida por humanos ubicados en Filipinas, lo que refleja el modelo operativo alegado en Nate.
Más recientemente, Business Insider informó sobre una situación similar que involucraba a EvenUp, un unicornio de tecnología legal de IA. Este informe indicaba que EvenUp también utilizaba a humanos para realizar una parte importante de su trabajo, a pesar de ser comercializado como una solución impulsada por IA. Estos ejemplos sugieren una tendencia más amplia de empresas que potencialmente exageran sus niveles de automatización de IA, lo que genera preocupaciones sobre la transparencia y la posibilidad de engañar a los inversores y clientes sobre la verdadera naturaleza de sus operaciones.
El ex CEO de Nate, Albert Saniger, enfrenta cargos por fraude al engañar a inversionistas sobre su app de compras con IA, que en realidad usaba contratistas humanos en lugar de IA para casi todas las transacciones. Este caso, junto con otros similares, revela una preocupante tendencia a exagerar las capacidades de la IA para obtener financiamiento, lo que resulta en pérdidas significativas para los inversionistas y plantea dudas sobre la debida diligencia en el capital de riesgo.
Leave a Reply