Trump suspende veto a Nvidia, pero acechan restricciones a la IA

El gobierno de Estados Unidos recientemente revirtió un plan para prohibir las exportaciones de la GPU H20 de Nvidia a China, tras una cena de alto perfil con el CEO de Nvidia, Jensen Huang. Este cambio de política se produce en el contexto de la próxima “Regla de Difusión de la IA”, una nueva regulación que entrará en vigor en mayo de 2024 y que restringe significativamente la venta de procesadores de IA estadounidenses a China. El artículo explora las implicaciones de ambos eventos para Nvidia y el panorama más amplio de las exportaciones de hardware de IA.

El núcleo del texto proporcionado gira en torno a un cambio significativo en la política de exportación de EE. UU. con respecto a las GPU de IA avanzadas a China, centrándose específicamente en la H20 HGX de Nvidia. Inicialmente, la administración Trump, según informes, planeaba prohibir las exportaciones de estas GPU de alto rendimiento a China, una medida que habría impactado significativamente las sustanciales ventas de Nvidia en ese mercado. Esta inminente prohibición estaba programada para entrar en vigor de manera inminente, lo que subraya un endurecimiento de las restricciones al acceso de China al hardware de IA de vanguardia. El texto afirma explícitamente que EE. UU. había estado preparando estas restricciones durante meses, lo que indica una dirección política deliberada destinada a limitar las capacidades de IA de China.

Sin embargo, se produjo un cambio dramático de rumbo tras una cena en Mar-a-Lago a la que asistió el CEO de Nvidia, Jensen Huang. El texto informa que esta cena tuvo un alto precio, supuestamente $1 millón, lo que sugiere una interacción de alto riesgo. Crucialmente, el resultado de esta reunión fue la suspensión, según informes, de la prohibición de exportación de la H20 planeada. Esta abrupta reversión vincula directamente la reunión privada y su costo asociado con un cambio significativo en la política, lo que plantea interrogantes sobre la influencia de los intereses corporativos en las decisiones gubernamentales. El texto cita a NPR como fuente de esta información, lo que le da cierta credibilidad al informe.

Un elemento clave de la narrativa es la promesa reportada hecha por Jensen Huang durante la cena. Según el texto, Huang prometió invertir en infraestructura de IA nacional. Este compromiso parece ser el quid pro quo para la suspensión de la prohibición de exportación. El texto sugiere que esta promesa ayudó a aliviar las preocupaciones dentro de la administración Trump, lo que implica que la motivación inicial de la administración para la prohibición podría haber incluido preocupaciones sobre el avance tecnológico de China en relación con EE. UU. y que el aumento de la inversión nacional por parte de Nvidia abordó estas preocupaciones, al menos temporalmente.

El texto luego introduce el contexto más amplio de la próxima Regla de Difusión de IA de la administración Biden, que entrará en vigor el 15 de mayo. Esta regla representa un enfoque más integral para restringir el acceso de China a los procesadores de IA estadounidenses. El texto explica que esta regla bloqueará efectivamente a China de obtener estos procesadores al eliminar las excepciones de licencia que anteriormente permitían exportaciones de rendimiento o cantidad limitadas a países de alto riesgo como China. Esto destaca un enfoque más estricto y sistémico de los controles de exportación bajo la administración Biden en comparación con la decisión ad hoc reportada de la administración Trump con respecto a la H20.

Además, el texto detalla cómo Nvidia había diseñado específicamente su GPU H20 para cumplir con la métrica de rendimiento de procesamiento total (TPP) existente que permitía las exportaciones a China. Sin embargo, la Regla de Difusión de IA introduce un nuevo concepto: la excepción de bajo rendimiento de procesamiento (LPP). Si bien esta excepción permite envíos limitados de GPU que cumplen con los umbrales de TPP a ciertos países sin una licencia, el texto enfatiza que China está explícitamente excluida de usar esta excepción. Esto subraya la gravedad del impacto de la Regla de Difusión de IA en la capacidad de China para adquirir legalmente incluso cantidades mínimas de procesadores de IA estadounidenses avanzados.

Las implicaciones para Nvidia son significativas, ya que el texto informa de ventas sustanciales de GPU H20 a entidades chinas en el primer trimestre del año calendario 2025, por un total de $16 mil millones. Esta cifra destaca las apuestas financieras involucradas para Nvidia en el mercado chino y el impacto potencial de las restricciones a la exportación. El texto plantea explícitamente la cuestión de si a Nvidia ahora se le permite vender H20 solo hasta la fecha límite del 15 de mayo de la Regla de Difusión de IA o si la suspensión se extiende más allá de esa fecha. Esta incertidumbre subraya la naturaleza fluida y potencialmente contradictoria del panorama actual de control de exportaciones.

Finalmente, el texto especula sobre las posibles acciones que la administración Trump podría tomar si la suspensión de la prohibición de la H20 se extiende más allá del 15 de mayo. Sugiere que permitir la continuación de las exportaciones de H20 a China probablemente requeriría alterar o incluso eliminar la Regla de Difusión de IA de la administración Biden. Alternativamente, la administración Trump podría otorgar a Nvidia licencias de exportación específicas para grandes clientes, creando efectivamente un vacío legal en la próxima regla. Esta especulación destaca el potencial de intervención política para anular o eludir las políticas establecidas de control de exportaciones, lo que complica aún más el panorama tanto para Nvidia como para la relación tecnológica más amplia entre EE. UU. y China.

Estados Unidos suspendió temporalmente la prohibición de exportación de las GPU H20 de Nvidia a China, tras una cena de alto perfil y el compromiso de Nvidia de invertir en infraestructura de IA estadounidense. Este cambio se produce en medio de la inminente “Regla de Difusión de IA”, que restringe significativamente las exportaciones de procesadores de IA a China, incluso aquellos que cumplen con umbrales de rendimiento limitados. Nvidia enfrenta un desafío importante debido a las sustanciales ventas de H20 a China, y el futuro de estas ventas depende de posibles modificaciones a la regla o licencias de exportación específicas.

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