Tras semanas de especulación, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha retirado formalmente la Regla de Difusión de Inteligencia Artificial de la administración Biden, una regulación introducida en enero que habría impuesto nuevas restricciones a la exportación de chips de IA fabricados en Estados Unidos a varios países. La regla, que debía entrar en vigor el 15 de mayo, categorizaba a las naciones en niveles con diferentes niveles de limitaciones a la exportación, pero ahora ha sido reemplazada por un plan para negociaciones más específicas.
Después de una semana de especulaciones, el Departamento de Comercio de EE. UU. (DOC) revocó la Regla de Difusión de Inteligencia Artificial de la administración Biden. Esta decisión se produjo justo antes de que la regla entrara en vigor, lo que indica un cambio significativo en la política con respecto a las exportaciones de chips de IA.
La Regla de Difusión de Inteligencia Artificial, introducida por el expresidente Joe Biden en enero, tenía como objetivo regular la exportación de chips de IA fabricados en EE. UU. Específicamente, buscaba limitar las exportaciones a numerosos países, al tiempo que fortalecía las restricciones existentes. Esto marcó un nuevo enfoque para controlar la distribución global de tecnología de IA avanzada.
El martes, el DOC instruyó oficialmente a su personal a no hacer cumplir la regulación de la era Biden. Esta acción inmediata anuló efectivamente las restricciones planificadas, lo que indica un claro cambio de dirección. El DOC tiene la intención de formular una regla de reemplazo en el futuro.
Según los informes de Bloomberg, el enfoque futuro del DOC probablemente priorizará las negociaciones directas con países individuales, en lugar de implementar restricciones amplias y generales. Esto sugiere una estrategia más matizada y potencialmente flexible para gestionar las exportaciones de chips de IA.
La regla propuesta por Biden clasificó a los países en tres niveles, cada uno sujeto a diferentes niveles de control de exportación. Los países de nivel 1, como Japón y Corea del Sur, habrían seguido sin restricciones. Esto refleja las fuertes alianzas y las relaciones de confianza que EE. UU. mantiene con estas naciones.
Las regiones de nivel 2, incluidos países como México y Portugal, habrían enfrentado nuevos límites a la exportación de chips. Esto sugiere un enfoque más cauteloso hacia los países con los que EE. UU. tiene lazos estrechos, pero puede tener preocupaciones sobre la transferencia de tecnología.
Los países de nivel 3, como China y Rusia, habrían experimentado controles más estrictos. Esto destaca la principal preocupación de EE. UU.: evitar que los adversarios accedan a tecnología de IA avanzada que podría utilizarse con fines militares o estratégicos.
En lugar de hacer cumplir la regla original, el DOC publicó una guía para la industria el martes. Esta guía proporcionó medidas alternativas para abordar las mismas preocupaciones. Por ejemplo, el DOC recordó a las empresas que el uso de los chips de IA Ascend de Huawei en cualquier parte del mundo viola las reglas de exportación de EE. UU.
La guía también advirtió sobre las posibles consecuencias de permitir que los chips de IA de EE. UU. se utilicen para entrenar modelos de IA en China. Esto subraya la preocupación de que estos chips podrían utilizarse para avanzar en las capacidades de IA de China, lo que podría suponer una amenaza para los intereses de EE. UU.
Además, el DOC recomendó formas de proteger las cadenas de suministro de chips de las tácticas de desvío. Esto sugiere un enfoque en la prevención de la elusión de los controles de exportación y en garantizar que la tecnología de IA de EE. UU. no caiga en las manos equivocadas.
El Secretario de Comercio de EE. UU. para la Industria y la Seguridad, Jeffrey Kessler, emitió un comunicado explicando la justificación de la decisión. Afirmó que la administración buscaría una “estrategia audaz e inclusiva” con países extranjeros de confianza. Esto indica el deseo de colaborar con los aliados en el desarrollo y despliegue de tecnología de IA.
Kessler también enfatizó el compromiso de la administración de mantener la tecnología de IA “fuera de las manos de nuestros adversarios”. Esto refuerza el objetivo principal de la política revisada: proteger los intereses de seguridad nacional de EE. UU.
Finalmente, Kessler rechazó explícitamente las políticas de IA de la administración Biden, calificándolas de “mal concebidas y contraproducentes”. Este lenguaje contundente resalta el desacuerdo fundamental entre las dos administraciones con respecto al mejor enfoque para regular las exportaciones de chips de IA.
El Departamento de Comercio de EE. UU. revocó la Regla de Difusión de IA de la administración Biden, que habría restringido las exportaciones de chips de IA fabricados en EE. UU. La decisión, que prefiere negociaciones bilaterales a restricciones amplias, será reemplazada por una nueva regla y va acompañada de una guía de la industria sobre chips Huawei y el entrenamiento de modelos de IA en China. Este cambio refleja una nueva estrategia que prioriza la colaboración con naciones de confianza y limita el acceso a adversarios. Es crucial investigar más a fondo las implicaciones de este cambio de política, considerando el panorama cambiante de la regulación de la IA y su impacto potencial en la innovación tecnológica global.
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