Ciencia Sorprendente: Los Huevos, Más Fuertes Acostados

Es una verdad científica tan universalmente aceptada que se enseña en las aulas y se repite en videos de divulgación científica: un huevo es más resistente cuando se deja caer verticalmente, sobre sus extremos. Pero cuando los ingenieros del MIT realmente pusieron a prueba esta suposición, revelaron un descubrimiento sorprendente.

Es una creencia ampliamente sostenida, a menudo presentada como un hecho científico, que un huevo es más fuerte cuando se deja caer verticalmente, sobre sus extremos. Esta noción está tan arraigada que se enseña en las aulas y aparece en videos de divulgación científica. Sin embargo, un estudio reciente realizado por ingenieros del MIT ha desafiado esta suposición de larga data, revelando resultados sorprendentes.

Su investigación, publicada en *Communications Physics*, demuestra que los huevos que se dejan caer sobre sus lados son en realidad más resistentes. Este descubrimiento contradice la sabiduría convencional y destaca la importancia de cuestionar incluso las verdades científicas aparentemente establecidas. El estudio sirve como una lección de humildad intelectual y el valor de la investigación rigurosa.

La base del clásico “desafío del lanzamiento de huevos” se basa en la premisa de que los huevos son más fuertes verticalmente. Esta actividad es un elemento básico en las aulas de STEM, que introduce a los estudiantes a conceptos como el impacto, la fuerza y el diseño de ingeniería. El Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT incluso incorpora la competencia de lanzamiento de huevos en su orientación de primer año.

Sin embargo, los investigadores del MIT, liderados por Tal Cohen, comenzaron a cuestionar la creencia establecida hace unos tres años. Su curiosidad inicial surgió del deseo de verificar la literatura científica aceptada. Decidieron poner a prueba los huevos restantes en el laboratorio, esperando confirmar la fuerza superior de la orientación vertical.

Los experimentos iniciales, sin embargo, arrojaron resultados poco claros, lo que provocó una investigación más profunda. Esta indagación casual se convirtió en un proyecto de investigación exhaustivo, que empleó pruebas de compresión estática y pruebas de caída dinámica. Los investigadores tenían como objetivo comparar rigurosamente la resistencia de los huevos tanto en orientaciones verticales como horizontales.

En las pruebas de compresión estática, los investigadores aplicaron una fuerza gradualmente creciente a los huevos en ambas orientaciones. Utilizaron soportes de papel fino para garantizar una alineación precisa. Los resultados mostraron que se requería la misma cantidad de fuerza para iniciar una grieta en cualquier orientación.

Sin embargo, surgió una diferencia clave: los huevos horizontales se comprimieron más con la misma cantidad de fuerza, lo que indica una mayor flexibilidad. Joseph Bonavia, un candidato a doctorado involucrado en el estudio, notó esta diferencia crucial. Esta flexibilidad, la capacidad de deformarse bajo estrés, demostró ser un factor crítico en la capacidad del huevo para resistir el impacto.

Para validar sus hallazgos experimentales, los investigadores utilizaron modelos mecánicos y simulaciones numéricas. Estas herramientas confirmaron que, si bien la fuerza requerida para romper el huevo era constante, los huevos horizontales absorbían más energía debido a su flexibilidad. Esto sugirió que la orientación horizontal podría ser más resistente en un escenario de caída.

Para probar esta hipótesis, los investigadores realizaron pruebas de caída dinámica. Diseñaron una configuración utilizando solenoides y soportes impresos en 3D para garantizar la liberación simultánea y la orientación constante del huevo. Los huevos se dejaron caer desde diferentes alturas para observar los patrones de rotura.

Los resultados de las pruebas de caída confirmaron los hallazgos de las pruebas estáticas. Los huevos horizontales se agrietaron con menos frecuencia cuando se dejaron caer desde la misma altura. Avishai Jeselsohn, un investigador de pregrado, confirmó esta observación.

El estudio revela un importante concepto erróneo en la ciencia popular con respecto a la resistencia del huevo durante el impacto. Incluso los investigadores experimentados en mecánica de fracturas inicialmente asumieron que los huevos orientados verticalmente serían más fuertes. Esta creencia está muy extendida y se hace referencia en numerosas fuentes en línea.

La experiencia cotidiana puede reforzar este concepto erróneo. A menudo rompemos los huevos en sus lados cuando cocinamos. Sin embargo, esta acción es diferente a resistir el impacto. Brendan Unikewicz, candidato a doctorado, explicó que romper un huevo para cocinar implica una fuerza localizada para una rotura limpia, mientras que resistir una caída implica distribuir y absorber energía a través de la cáscara.

La diferencia es sutil pero significativa. Un huevo orientado verticalmente, aunque más rígido, es más frágil bajo una fuerza repentina. Un huevo horizontal, al ser más flexible, se dobla y absorbe energía a lo largo de una mayor distancia, de forma similar a cómo doblar las rodillas durante una caída suaviza el impacto.

Bonavia agregó que la tenacidad no se trata solo de resistir la fuerza; se trata de cómo se disipa esa fuerza. La capacidad del huevo horizontal para absorber energía a través de la deformación lo hace más resistente a la rotura durante una caída.

Los hallazgos de la investigación ofrecen un principio científico más amplio: que vale la pena volver a examinar las “verdades” ampliamente aceptadas. David Taylor, profesor emérito, enfatizó la importancia de desafiar las teorías establecidas.

Los autores esperan que sus hallazgos animen a los jóvenes a mantener la curiosidad y a reconocer cuánto queda por descubrir en el mundo físico. Cohen enfatizó el valor de cuestionar las nociones comunes y confiar en la evidencia empírica. El equipo espera inspirar a los estudiantes a cuestionar las suposiciones y a pensar críticamente sobre el mundo que les rodea.

Contrario a la creencia popular y a supuestos científicos arraigados, los huevos son más resistentes al caer de lado que de punta, debido a su capacidad para flexionarse y absorber energía como amortiguadores. Esta investigación subraya la importancia de cuestionar las “verdades” establecidas y abrazar la experimentación rigurosa, recordándonos que incluso la ciencia aparentemente consolidada puede ser desafiada y refinada a través de la curiosidad y el pensamiento crítico. Que esto sirva como un estímulo para cuestionar, explorar y nunca dar por sentado el conocimiento aceptado.

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