Edición genética: esperanza para bebé con rara enfermedad

Por primera vez, médicos han tratado a un bebé nacido con un trastorno genético raro y potencialmente mortal con una terapia de edición genética que los científicos diseñaron específicamente para reparar su mutación única. El tratamiento, descrito en The New England Journal of Medicine, ofrece un enfoque potencialmente transformador para tratar enfermedades raras que a menudo carecen de terapias efectivas.

Por primera vez, los médicos han tratado con éxito a un bebé, KJ Muldoon, nacido con un trastorno genético raro y potencialmente mortal, utilizando una terapia de edición genética hecha a medida. Este tratamiento innovador, desarrollado por la Dra. Rebecca Ahrens-Nicklas y sus colegas del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) y la Universidad de Pensilvania, representa un avance significativo en la medicina personalizada.

La terapia consistió en administrar tres infusiones que contenían miles de millones de editores genéticos microscópicos. Estos editores genéticos fueron diseñados específicamente para atacar y reparar una mutación única en el hígado de KJ, corrigiendo eficazmente su defecto genético. Los resultados iniciales son prometedores, ya que el tratamiento parece haber revertido parcialmente su condición, reduciendo así su riesgo de daño cerebral y potencialmente previniendo la muerte. Como afirmó la Dra. Ahrens-Nicklas, “Es realmente emocionante… Él es un pionero”.

El tratamiento exitoso de KJ destaca el potencial de las terapias de edición genética para enfermedades raras, que a menudo carecen de opciones de tratamiento efectivas. Este caso es particularmente significativo porque las compañías farmacéuticas a menudo carecen del incentivo económico para desarrollar tratamientos para trastornos extremadamente raros. Esto se debe a que el mercado para tales tratamientos es limitado.

El desarrollo de esta terapia personalizada implicó un esfuerzo de colaboración, que incluyó al Dr. Kiran Musunuru, también de la Universidad de Pensilvania, y a un equipo internacional de investigadores. Anteriormente, habían intentado desarrollar terapias de edición genética para otros niños con enfermedades raras, pero esos intentos no tuvieron éxito a tiempo para ayudar. Sin embargo, la experiencia previa del equipo resultó invaluable para desarrollar rápidamente una solución para KJ.

La condición de KJ, la sintetasa 1 de carbamoil fosfato (CPS1), es un trastorno genético hereditario que causa la acumulación de niveles tóxicos de amoníaco en el cuerpo. Esta acumulación puede provocar daño cerebral e incluso la muerte. Si bien existen tratamientos como medicamentos y, potencialmente, un trasplante de hígado, no siempre son efectivos, y un trasplante de hígado no es una opción hasta que el niño cumple un año. Los médicos de KJ sabían que el tiempo era esencial.

La terapia de edición genética utilizó una técnica llamada “edición de bases”, que permitió al equipo atacar y reescribir con precisión el código genético de KJ para solucionar su defecto específico. Este enfoque, que se desarrolló en cuestión de semanas después del nacimiento de KJ, demuestra el potencial para el desarrollo rápido de tratamientos personalizados. Como señaló el Dr. Musunuru, “Teníamos una solución a mano varias semanas después del nacimiento”.

La FDA otorgó una excepción a los requisitos de pruebas estándar, lo que permitió a los investigadores administrar el tratamiento a KJ de forma urgente. Esta decisión refleja la urgencia de la situación y los posibles beneficios para salvar vidas de la terapia. Los Muldoon, ante la desalentadora decisión de proceder o no con el tratamiento experimental, finalmente optaron por correr el riesgo.

El día del tratamiento estuvo lleno de emoción y aprensión. La primera infusión, una dosis baja diseñada para minimizar los riesgos, no tuvo un efecto significativo. Sin embargo, las dos infusiones posteriores parecieron funcionar eficazmente sin efectos secundarios adversos. Los editores genéticos microscópicos realizaron un tipo de cirugía genética, reescribiendo el código genético de KJ para solucionar su defecto.

Los resultados hasta ahora han sido alentadores. Los médicos de KJ han podido reducir sus medicamentos a la mitad. Está comiendo más proteínas y ganando peso. Sus padres han observado hitos que no esperaban, como saludar y darse la vuelta. Como afirmó la Dra. Ahrens-Nicklas, “Hemos logrado un progreso real y ahora mismo las señales son prometedoras”.

Las opiniones de los expertos respaldan la importancia de este avance. La Dra. Lainie Ross, bioeticista, afirmó que los investigadores parecían haber tomado las precauciones adecuadas. El Dr. Peter Marks, ex funcionario de alto rango de la FDA, describió el enfoque como “transformador”, sugiriendo que podría tratar potencialmente a cientos o miles de enfermedades. El Dr. Edward Neilan, director científico de la Organización Nacional para Trastornos Raros, también enfatizó la importancia del tratamiento.

Los investigadores esperan que este enfoque permita a los científicos producir tratamientos de edición genética de forma mucho más rápida y menos costosa. Si bien el costo del tratamiento de KJ no pudo estimarse porque fue parte de un proyecto de investigación, el potencial de reducción de costos es significativo.

El éxito del tratamiento de KJ representa un momento crucial en la medicina. Como afirmó Fyodor Urnov, director científico del Instituto de Genómica Innovadora de la Universidad de California, Berkeley, “En última instancia, esperamos que esto haya sentado un precedente en el que hayamos entrado firmemente en un mundo de curas genéticas, curas CRISPR, a pedido. Creo que podemos decir: Este es el año en que CRISPR a pedido realmente nace”.

Este caso innovador marca una potencial revolución en la medicina personalizada, demostrando la viabilidad de adaptar terapias de edición genética para enfermedades raras y ofreciendo esperanza a millones con opciones de tratamiento limitadas. Aunque el seguimiento a largo plazo es crucial, el progreso de KJ Muldoon significa un momento crucial: el amanecer de “CRISPR a la carta” y un futuro donde las curas genéticas sean cada vez más accesibles.

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *