EE. UU. Refuerza Control de Pruebas Electrónicas, Apuntando a China

El gobierno de Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos para restringir la influencia de China en la tecnología estadounidense. Actualmente, la mayoría de los productos electrónicos vendidos en Estados Unidos se prueban en laboratorios, a menudo ubicados en China, para garantizar que cumplan con las regulaciones y no representen riesgos de seguridad. Sin embargo, la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) ahora está proponiendo nuevas reglas para impedir que los laboratorios controlados por entidades chinas o adversarios extranjeros participen en este proceso de prueba, citando preocupaciones sobre posibles lagunas y vulnerabilidades de seguridad nacional.

El gobierno de EE. UU. está intensificando sus esfuerzos para restringir la participación de China en su sector tecnológico, extendiéndose más allá de medidas anteriores como la prohibición de la venta de chips de IA de alta gama y la imposición de aranceles. Específicamente, el enfoque se ha desplazado hacia las pruebas de dispositivos electrónicos, con el objetivo de limitar el uso de laboratorios chinos para este proceso crucial.

El núcleo de esta nueva iniciativa gira en torno a las regulaciones de autorización de equipos de la FCC. Antes de que cualquier dispositivo electrónico pueda ser importado o vendido en los EE. UU., debe someterse a pruebas en un laboratorio certificado para garantizar el cumplimiento de las regulaciones de la FCC. Estas pruebas cubren aspectos esenciales como los niveles de potencia y las frecuencias de operación, asegurando que los dispositivos cumplan con los estándares de seguridad y rendimiento.

Sin embargo, la FCC ha identificado una laguna significativa en este sistema. Hasta ahora, la agencia no había exigido que estos laboratorios de pruebas fueran “actores confiables”. Esta omisión ha permitido que entidades con posibles riesgos para la seguridad nacional, como Huawei, operen sus propios laboratorios de pruebas.

Esta situación presenta un claro conflicto de intereses. Como señaló el presidente de la FCC, Brendan Carr, “Confiar en un laboratorio de Huawei para certificar que no está aprobando equipos prohibidos de Huawei no suena como una apuesta inteligente”. Esto resalta el riesgo inherente de permitir que empresas con posibles problemas de seguridad se autocertifiquen sus productos.

Para abordar esto, la FCC está proponiendo un cambio de regla. Este cambio prohibiría a los laboratorios de pruebas participar en el proceso de autorización de equipos de la FCC si son propiedad, están controlados o dirigidos por entidades en la “Lista Cubierta” de la FCC, que incluye a empresas que presentan riesgos para la seguridad nacional y gobiernos adversarios extranjeros como China. La votación sobre esta regla está programada para el 22 de mayo.

Además, la FCC está considerando un enfoque más expansivo. Reuters informa que la agencia está solicitando comentarios sobre una propuesta separada para prohibir a todos los laboratorios en China y otros países adversarios extranjeros realizar estas pruebas. Esto sugiere un posible cambio hacia una desconexión completa del mercado estadounidense de la infraestructura de pruebas china.

La FCC también está explorando activamente formas de reforzar las capacidades de pruebas nacionales. Esto incluye solicitar comentarios sobre cómo aumentar la capacidad de probar y certificar productos electrónicos importados dentro de los EE. UU. Esto podría implicar incentivar el establecimiento o la expansión de laboratorios de pruebas con sede en los EE. UU.

La dependencia de los laboratorios chinos para las pruebas es sustancial. La FCC estima que aproximadamente el 75% de todos los productos electrónicos vendidos en los EE. UU. se prueban en laboratorios ubicados en China. Esto subraya el impacto significativo de las restricciones propuestas.

La disparidad en el número de laboratorios certificados enfatiza aún más este punto. Según la base de datos de la FCC, hay 168 laboratorios de pruebas certificados en China, en comparación con 111 en los EE. UU. y 114 en Taiwán. Este desequilibrio destaca los desafíos que enfrenta EE. UU. para alejarse de la infraestructura de pruebas china.

La FCC también planea recopilar información para crear una lista pública de entidades reguladas sujetas al control de adversarios extranjeros. Esta lista proporcionaría transparencia y permitiría a la agencia monitorear y hacer cumplir mejor sus regulaciones.

Las implicaciones de estos cambios propuestos son de gran alcance. Empresas como Apple, Samsung, Sony y LG, que actualmente dependen de laboratorios chinos para las pruebas, se verían directamente afectadas. Esto podría generar mayores costos, retrasos en los lanzamientos de productos y una reestructuración significativa de sus cadenas de suministro.

El gobierno de EE. UU., a través de la FCC, está restringiendo la entrada de dispositivos electrónicos al mercado estadounidense al prohibir pruebas en laboratorios controlados por entidades chinas u otros adversarios extranjeros. Esta medida, motivada por preocupaciones de seguridad nacional y ejemplificada por la dependencia previa de laboratorios de Huawei, busca abordar el hecho de que el 75% de los electrónicos se prueban actualmente en China. La regla propuesta, que se finalizará en mayo, podría afectar significativamente a empresas como Apple y Samsung, lo que requerirá aumentar la capacidad de pruebas en EE. UU.

¿Realmente protegerá este cambio la seguridad nacional, o sofocará la innovación y aumentará los costos para los consumidores?

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