La avanzada Red Operacional de Radar Jindalee (JORN) de Australia, un sistema de radar de sobre el horizonte líder mundial, está siendo comprada por Canadá por 6.5 mil millones de dólares. Este importante acuerdo representa una importante exportación de defensa para Australia y refleja la urgente necesidad de Canadá de reforzar sus capacidades de vigilancia en el Ártico en medio de crecientes tensiones geopolíticas y los impactos del cambio climático.
El sistema de radar de defensa JORN de Australia, líder mundial en tecnología de radar de largo alcance, está siendo comprado por Canadá para su defensa ártica. Este importante acuerdo, valorado en 6.500 millones de dólares, marca un hito importante para la industria de defensa australiana y refleja un cambio más amplio en la estrategia de defensa de Canadá.
El sistema JORN, que significa Jindalee Operational Radar Network (Red de Radar Operacional Jindalee), es un sofisticado sistema de radar desarrollado durante más de 50 años por el Grupo de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTG) de la Commonwealth. Utiliza una vasta red de antenas, incluyendo 480 conjuntos cerca de Laverton, Australia Occidental, para monitorear el cielo y el mar a miles de kilómetros de las costas australianas. La profesora Tanya Monro, Jefa Científica de Defensa de Australia, destaca la importancia crítica del sistema para Australia, afirmando: “Siendo una nación pequeña, necesitamos entender de dónde provienen los riesgos para nuestro país. Y JORN nos da esos ojos y oídos”.
La función principal de JORN reside en sus capacidades de largo alcance. A diferencia de los radares convencionales, JORN transmite ondas de radio de alta frecuencia hacia la ionosfera, que luego rebotan hacia la Tierra. Esta “geometría de visión descendente”, como la describe el Dr. Joe Fabrizio, líder de investigación en DSTG, permite a JORN detectar objetos como aviones y barcos incluso si vuelan a baja altura, haciendo ineficaces las tácticas empleadas en películas como *Top Gun: Maverick*. El Dr. Fabrizio explica además que JORN puede detectar y rastrear aviones tan pequeños como un BAE Hawk 127 (de unos 12 metros de largo) o más grandes, y barcos del tamaño de un patrullero de la clase Armidale (de unos 56 metros de largo).
La decisión canadiense de comprar JORN es particularmente notable dado el contexto histórico del gasto de defensa de Canadá y su relación con Estados Unidos. Canadá ha enfrentado presiones de Estados Unidos para aumentar su gasto en defensa, especialmente en la región ártica, donde sus estaciones de radar de la era de la Guerra Fría requieren reemplazo. El periodista de defensa Murray Brewster, de la CBC de Canadá, señala que el interés en el sistema australiano es muy reciente, y el anuncio del acuerdo sorprendió a muchos en la comunidad de defensa.
Un factor clave que impulsa la decisión de Canadá parece ser el hecho de que JORN es un sistema operativo y probado, y, lo que es importante, es australiano. Brewster sugiere que la compra presentó una oportunidad política para que Canadá diversificara sus adquisiciones de defensa y señalara su compromiso con su propia defensa territorial. Esto es particularmente relevante dado el clima geopolítico actual y la creciente actividad de Rusia y China en la región ártica, como lo destacan informes recientes.
La urgencia con la que Canadá está persiguiendo la compra de JORN también es significativa. La profesora Monro enfatiza que Canadá se está “moviendo con urgencia” debido a la necesidad apremiante de vigilar sus extensiones del norte a través del Ártico. El cambio climático está acelerando el deshielo del hielo ártico, haciendo que las vastas aguas al norte de Canadá sean más accesibles a posibles amenazas.
Históricamente, Canadá ha sido conocido por su ritmo lento en las adquisiciones de defensa. Sin embargo, el acuerdo JORN señala un cambio hacia un enfoque más rápido, lo que refleja la mayor importancia estratégica de la región ártica y la necesidad de abordar las posibles amenazas. La compra de JORN a Australia, como señala Brewster, permite a Canadá demostrar a sus aliados, incluido Estados Unidos, que se está tomando en serio la defensa de su propio territorio.
La adquisición por Canadá del radar de defensa JORN de Australia, un sistema líder mundial de detección más allá del horizonte, representa una importante exportación de defensa para Australia y un cambio estratégico para Canadá. Impulsada por preocupaciones de seguridad en el Ártico, el aumento de las tensiones geopolíticas y el deseo de diversificarse de la dependencia de la defensa estadounidense, la rápida compra subraya la urgencia de Canadá por reforzar sus capacidades de vigilancia del norte en medio del cambio climático y el aumento de la actividad internacional. Este acuerdo destaca el potencial de soluciones de defensa innovadoras, no estadounidenses, para remodelar los escenarios de seguridad global.
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