Empleados de Palantir Condenan Vínculos con Trump, Alertan sobre Tendencia Autoritario

Trece exempleados de la empresa de minería de datos Palantir condenan públicamente el trabajo de la compañía con la administración Trump, particularmente un reciente acuerdo de 30 millones de dólares con Inmigración y Control de Aduanas para rastrear a los migrantes. Los antiguos trabajadores, incluyendo ingenieros de software y gerentes, expresan su preocupación de que las acciones de Palantir violen los principios éticos declarados de la empresa y contribuyan a normalizar el autoritarismo.

Trece antiguos empleados de Palantir han condenado públicamente el trabajo de la empresa con la administración Trump, expresando su preocupación por las implicaciones éticas de la tecnología de Palantir y su despliegue en formas que creen que violan los principios originales de la empresa. Esta condena se produce semanas después de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llegara a un acuerdo de 30 millones de dólares con Palantir, otorgando a la agencia “visibilidad casi en tiempo real” del movimiento de migrantes dentro de los Estados Unidos. Los antiguos empleados, entre ellos ingenieros de software, gerentes y un miembro del equipo de privacidad y libertades civiles, expresaron su desilusión en una carta compartida exclusivamente con NPR.

Los antiguos empleados destacan un cambio percibido en los valores fundamentales de Palantir. Afirman que cuando se unieron inicialmente a la empresa, creían en un código de conducta que priorizaba la protección de las poblaciones vulnerables y la garantía del desarrollo responsable de la inteligencia artificial. La carta afirma explícitamente: “Los primeros palantirianos entendían el peso ético de la construcción de estas tecnologías”. Sin embargo, ahora creen que estos principios se están violando y desmantelando rápidamente dentro de Palantir y en todo Silicon Valley.

Un aspecto clave de la crítica se centra en el papel de Palantir en el apoyo a las políticas de aplicación de la ley de inmigración de la administración Trump. Palantir, cofundada por Peter Thiel, un conocido aliado de Trump, desarrolla software de análisis de datos que utiliza la IA para compilar información de diversas fuentes en formatos fácilmente digeribles. Esta tecnología se ha vuelto popular entre las fuerzas del orden y los militares. Los antiguos empleados están particularmente preocupados de que las herramientas de vigilancia de Palantir se estén utilizando para acelerar el objetivo del presidente de deportar a un millón de migrantes este año. Esta preocupación se ve amplificada por el hecho de que el precio de las acciones de Palantir ha subido más del 200% desde la elección de Trump, lo que sugiere un incentivo financiero vinculado a estas políticas.

La importancia de esta carta, a pesar de estar escrita por solo una fracción de los 4.000 empleados de Palantir, es notable. Gran parte de las operaciones de Palantir están envueltas en secreto, y los antiguos empleados a menudo se enfrentan a acuerdos de no difamación que desalientan la crítica pública después de dejar la empresa. Además, muchos antiguos empleados poseen acciones de la empresa, lo que crea un posible conflicto de intereses. La valoración de mercado de Palantir, actualmente en casi 300.000 millones de dólares, subraya la influencia sustancial de la empresa y los riesgos potenciales asociados con hablar en contra de ella.

Los ex trabajadores de Palantir también expresan su preocupación por la tendencia más amplia de aquiescencia dentro de Big Tech hacia la administración Trump. Si bien los estudios han demostrado que los trabajadores tecnológicos de base a menudo tienen puntos de vista liberales y se oponen a las políticas de Trump, los antiguos empleados sugieren que la resistencia se ha silenciado en el segundo mandato. Señalan lo que ven como amenazas crecientes a la democracia, incluida la recopilación de datos biométricos sobre niños inmigrantes, la focalización de periodistas y la desfinanciación de programas científicos. También critican la expansión de los poderes ejecutivos de la administración, que creen que está normalizando el autoritarismo.

La carta acusa explícitamente a Big Tech, incluido Palantir, de complicidad en esta tendencia. Los antiguos empleados escriben que la administración está “normalizando el autoritarismo bajo la apariencia de una ‘revolución’ liderada por oligarcas”. Instan a la resistencia a esta tendencia.

La carta también llama la atención sobre la “retórica cada vez más violenta” que emana del liderazgo de Palantir, refiriéndose específicamente al CEO Alex Karp. Karp se ha jactado públicamente de que las herramientas de la empresa se utilizan para matar enemigos y ha hecho declaraciones controvertidas, como bromear sobre rociar a los analistas de Wall Street con “orina con fentanilo ligero”. Esta retórica, sugieren los antiguos empleados, refleja un cambio peligroso en la cultura y los valores de la empresa.

Además, la carta apunta al equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk, que ha contratado a varios antiguos empleados de Palantir. Los autores expresan su preocupación de que este equipo esté desmantelando las instituciones gubernamentales bajo la apariencia de exponer la corrupción. También critican los esfuerzos de la administración para deshacer las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión, argumentando que estos principios son cruciales para el desarrollo ético de la IA. Destacan el potencial de injusticias, como el borrado de referencias a personas transgénero y la atención de afirmación de género de las bases de datos gubernamentales, para ser facilitadas por la misma infraestructura de software que ayudaron a construir.

Los antiguos empleados de Palantir esperan que su advertencia desencadene un “efecto dominó” dentro de Silicon Valley. Hacen un llamamiento a otros trabajadores tecnológicos para que se resistan a lo que perciben como el uso indebido de la IA y otras tecnologías en las acciones de la administración Trump, particularmente en lo que respecta a la aplicación de la ley de inmigración y las políticas de deportación. Hacen hincapié en que estas políticas, según los tribunales y los críticos, a veces han ignorado los derechos al debido proceso. Su objetivo final, escriben, es “hablar mientras aún podemos, y trabajar contra el peligroso camino en la historia de la tecnología hacia el que nos dirigimos actualmente”.

Trece ex empleados de Palantir condenan públicamente el trabajo de su empresa con la administración Trump, citando violaciones éticas y preocupaciones sobre la normalización del autoritarismo a través de la vigilancia y el análisis de datos impulsados por la IA. Advierten sobre un “camino peligroso” en la tecnología e instan a Silicon Valley a resistir el mal uso de la IA, especialmente en la aplicación de leyes de inmigración y el desmantelamiento gubernamental, con la esperanza de provocar una resistencia más amplia en la industria tecnológica antes de que sea demasiado tarde.

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