Estudio: Smartphones podrían proteger contra la demencia

Se han planteado preocupaciones sobre la posibilidad de que el uso frecuente de teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos digitales contribuya a la demencia en la edad adulta. Sin embargo, investigaciones recientes han cuestionado esta noción, sugiriendo que los adultos mayores que utilizan tecnología con regularidad podrían experimentar, en realidad, tasas más bajas de deterioro cognitivo. Este análisis de numerosos estudios explora la compleja relación entre el uso de dispositivos digitales y la salud cerebral en individuos mayores de 50 años.

Contrariamente a los temores, la investigación sugiere que el uso de teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos digitales puede no ser perjudicial para la salud cognitiva en adultos mayores, e incluso podría ser beneficioso. Un análisis de más de 400.000 individuos de 50 años o más, publicado en Nature Human Behaviour, reveló que aquellos que usaban tecnología digital regularmente exhibían tasas más bajas de deterioro cognitivo en comparación con aquellos que la usaban con menos frecuencia. Este hallazgo desafía la noción de “demencia digital”, que postula que el tiempo excesivo frente a la pantalla conduce al declive mental.

Sin embargo, la naturaleza exacta de esta relación sigue sin estar clara. No se sabe con certeza si la tecnología previene directamente el deterioro cognitivo o si las personas con mejores habilidades cognitivas simplemente son más propensas a usar dispositivos digitales. Los científicos proponen una relación bidireccional, donde ambos factores probablemente juegan un papel. Esto significa que, si bien las personas con mejores capacidades cognitivas pueden ser más propensas a adoptar la tecnología, el uso de estos dispositivos también puede ofrecer ventajas cognitivas.

Los investigadores, el Dr. Jared Benge y el Dr. Michael Scullin, analizaron 57 estudios publicados que involucraban a 411.430 adultos en todo el mundo, con una edad promedio de 69 años. Su análisis no encontró evidencia que respaldara la hipótesis de la “demencia digital”. En cambio, observaron que el uso de computadoras, teléfonos inteligentes, internet o una combinación de estos se asociaba con un menor riesgo de deterioro cognitivo.

Benge sugiere que tres factores clave – complejidad, conexión y comportamientos compensatorios – podrían explicar estos hallazgos. Las herramientas digitales pueden facilitar la participación en actividades complejas y mejorar las conexiones sociales, ambas beneficiosas para el cerebro que envejece. Además, la tecnología permite a las personas compensar el deterioro cognitivo, como mediante el uso de GPS para la navegación o la configuración de recordatorios.

El estudio enfatiza que el impacto de los dispositivos digitales en el cerebro que envejece depende de cómo se usen. Como señala el Dr. Scullin, el uso pasivo y sedentario, similar a ver televisión, es poco probable que sea beneficioso. Sin embargo, cuando se utiliza para actividades mentalmente estimulantes, la interacción social y la compensación de las limitaciones cognitivas, la tecnología digital puede ser ventajosa para el envejecimiento cognitivo.

Los expertos en el campo han acogido con satisfacción los hallazgos del estudio. El profesor Peter Etchells de la Universidad Bath Spa destaca que la investigación va más allá de la visión simplista del tiempo frente a la pantalla y fomenta una mayor investigación sobre los matices del uso de la tecnología. El profesor Sam Gilbert del University College London enfatiza el claro vínculo entre el uso de tecnología digital y la preservación de la capacidad cognitiva en la edad avanzada, al tiempo que reconoce la necesidad de más investigación para comprender completamente los mecanismos subyacentes.

El Dr. Vincent O’Sullivan de la Universidad de Limerick se hace eco de este sentimiento, señalando que el estudio desafía la percepción común de que la tecnología es perjudicial para la salud cognitiva. Enfatiza la importancia de comprender los mecanismos detrás de la asociación positiva entre el uso de tecnología digital y la salud cognitiva para diseñar intervenciones para aquellos en riesgo de deterioro cognitivo. Esta investigación proporciona una perspectiva más optimista sobre el papel de la tecnología en el envejecimiento, sugiriendo que su uso juicioso puede contribuir a mantener la función cognitiva en la edad adulta.

Contrario a los temores de “demencia digital”, la investigación sugiere que el uso rutinario de teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras está relacionado con tasas más bajas de deterioro cognitivo en adultos mayores. Aunque el mecanismo exacto no está claro, los científicos creen que la complejidad, la conexión social y los comportamientos compensatorios facilitados por la tecnología podrían contribuir a estos beneficios. Este estudio desafía las visiones alarmistas y destaca el potencial de las herramientas digitales para apoyar la salud cerebral, impulsando un cambio hacia la comprensión de *cómo* se utiliza la tecnología, en lugar de simplemente *cuánto*.

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