IA y los Ecos de la Revolución Industrial

El Papa Francisco, recientemente, se hizo eco de las preocupaciones sobre el potencial de la inteligencia artificial para ser utilizada tanto para el bien como para el mal, estableciendo paralelismos con los desafíos planteados por la Revolución Industrial. Este artículo explora el contexto histórico de esta preocupación, centrándose en la encíclica de 1891 del Papa León XIII, Rerum Novarum, que abordó la explotación de los trabajadores durante un período de rápida industrialización y sentó las bases para la doctrina social católica moderna.

El Papa Francisco, en enero, destacó la doble naturaleza de la Inteligencia Artificial (IA), afirmando que, como cualquier creación humana, puede ser utilizada tanto para fines beneficiosos como perjudiciales. Enfatizó que cuando la IA se emplea de maneras que defienden la dignidad humana y fomentan el bienestar, puede contribuir positivamente a la experiencia humana. Sin embargo, también advirtió que existe el potencial de mal uso, dada la capacidad humana inherente de tomar decisiones moralmente incorrectas.

Basándose en esto, el texto traza un paralelo entre las preocupaciones actuales en torno a la IA y el contexto histórico de la Revolución Industrial. Específicamente, el artículo sugiere que la respuesta de la iglesia a la IA refleja su compromiso anterior con los desafíos planteados por la industrialización.

El artículo señala entonces que el llamado del Papa Francisco al desarrollo ético de la IA no es del todo novedoso. Observa que la inspiración histórica para la elección del nombre del Papa León XIV es significativa para comprender la postura de la iglesia. El texto enfatiza que el anterior Papa León XIII, en su encíclica de 1891 *Rerum Novarum*, abordó directamente los disturbios laborales de la Revolución Industrial.

Centrándose en *Rerum Novarum*, el texto detalla las duras realidades que enfrentaron los trabajadores durante la Revolución Industrial. Las condiciones de las fábricas se caracterizaban por largas jornadas laborales, trabajo infantil, maquinaria peligrosa y salarios inadecuados. La encíclica destacó específicamente la “miseria y la miseria” experimentadas por la clase trabajadora. La evidencia de estas condiciones incluía jornadas laborales de 16 horas, la explotación de niños y salarios que apenas permitían la supervivencia.

Además, el texto explica que *Rerum Novarum* rechazó tanto el capitalismo desenfrenado como el socialismo. En cambio, propuso la doctrina social católica que defendía los derechos de los trabajadores. Esto incluía el derecho a formar sindicatos, ganar salarios dignos y descansar los domingos. León XIII argumentó que el trabajo poseía dignidad inherente y que los empleadores tenían obligaciones morales con sus trabajadores.

En consecuencia, se destaca el impacto de la encíclica. *Rerum Novarum* moldeó la enseñanza social católica moderna e influyó en los movimientos laborales en todo el mundo. La iglesia se estableció como defensora de los trabajadores atrapados entre el capital industrial y el socialismo revolucionario. Este es un punto clave, ya que demuestra el papel histórico de la iglesia en la abordaje de los cambios tecnológicos y sociales.

El texto traza entonces una comparación directa entre la Revolución Industrial y los desafíos actuales planteados por la IA. Así como la mecanización interrumpió el trabajo tradicional en la década de 1890, la inteligencia artificial ahora amenaza potencialmente los patrones de empleo y la dignidad humana. El Papa León XIV cree que estos desafíos actuales requieren un liderazgo moral similar por parte de la iglesia.

Finalmente, el texto concluye con una cita directa del discurso formal de León XIV. Afirmó que la Iglesia ofrece su enseñanza social en respuesta a la nueva revolución industrial y a los desarrollos en la IA. Esta enseñanza aborda los desafíos a la dignidad humana, la justicia y el trabajo planteados por la IA. Esta declaración final subraya el compromiso continuo de la iglesia de abordar las implicaciones éticas y sociales de los avances tecnológicos.

El Papa Francisco, al igual que León XIII en 1891 ante la Revolución Industrial, insta al desarrollo ético de la IA. Ambos papas subrayan la necesidad de liderazgo moral para proteger la dignidad humana y la justicia frente a la disrupción tecnológica, ofreciendo la doctrina social católica como guía. Aprendamos de la historia y aseguremos que el progreso tecnológico sirva a la humanidad.

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