A principios de 2023, un pequeño escándalo que involucraba a estudiantes usando ChatGPT para escribir ensayos presagió un desafío mucho mayor para la educación estadounidense. Este artículo examina cómo las escuelas respondieron inicialmente al auge de la IA generativa, revelando un enfoque caótico y a menudo desprevenido, documentado a través de miles de solicitudes de registros públicos presentadas poco después del lanzamiento de ChatGPT.
En febrero de 2023, surgió una pequeña controversia nacional cuando estudiantes de una escuela secundaria de Florida fueron acusados de usar ChatGPT para escribir sus ensayos. Este evento, ocurrido solo cuatro meses después del lanzamiento de la herramienta, prefiguró el potencial de deshonestidad académica generalizada.
Tras este incidente inicial, el autor inició una serie de solicitudes de registros públicos, sumando 60, a los departamentos estatales de educación y a grandes distritos escolares. El objetivo era comprender cómo, y si, se estaba capacitando a los educadores para abordar las implicaciones de ChatGPT y la IA generativa.
Las respuestas recibidas, que abarcaron miles de páginas de documentos, pintaron un panorama de importante falta de preparación. Algunos estados admitieron que ni siquiera habían considerado ChatGPT, mientras que otros contrataron empresas de consultoría para capacitar a maestros y directores. Estas capacitaciones, en algunos casos, fueron dirigidas por organizaciones y autores que promovían abiertamente la IA, a menudo con el respaldo de empresas tecnológicas. Esto reveló que las escuelas públicas estadounidenses estaban en gran medida mal equipadas para manejar la rápida adopción de ChatGPT por parte de los estudiantes.
Los hallazgos del autor resuenan con un artículo reciente en la revista New York titulado “Todos están haciendo trampa en la universidad”. Este artículo destaca el uso generalizado de la IA generativa, particularmente ChatGPT, en la educación, con estudiantes que confían en ella para casi todo su trabajo escolar. Un experto citado en el artículo describe esto como la creación de una generación de estudiantes “funcionalmente analfabetos”.
El contexto social más amplio complica aún más el problema. El autor señala que la sociedad en su conjunto ha luchado por resistir la IA generativa, en gran parte debido a la promoción agresiva de las principales empresas tecnológicas. Esto convierte en un desafío significativo para los sistemas de escuelas públicas, con fondos insuficientes y sobrecargados, regular su uso de manera efectiva.
Los documentos obtenidos por el autor proporcionan una instantánea de los primeros días de ChatGPT, específicamente de los primeros meses después de su lanzamiento en noviembre de 2022. El autor reconoce que la IA y ChatGPT se han vuelto ubicuos desde entonces, lo que hace imposible capturar una visión general completa de su impacto actual a través de solicitudes de registros públicos, ya que tal solicitud se consideraría “excesiva”.
A pesar de las limitaciones, los documentos de enero, febrero y marzo de 2023 revelan una tendencia crucial: algunos distritos escolares estatales y locales contrataron consultores pro-IA para dar presentaciones que en gran medida alentaban a los maestros a integrar la IA generativa en sus aulas.
Si bien estas presentaciones reconocieron los posibles “desafíos” asociados con la tecnología, no lograron anticipar la gravedad de los problemas que ahora se informan. La evidencia anecdótica del autor, recopilada de amigos maestros, subraya aún más el problema, con algunos estudiantes que confían casi por completo en ChatGPT para completar su trabajo escolar.
Las escuelas públicas estadounidenses inicialmente no estaban preparadas para la adopción generalizada de ChatGPT, con una capacitación inconsistente y, sorprendentemente, algunos primeros respaldos de su uso en el aula por parte de consultores pro-IA. Ahora, la IA generativa está profundamente integrada en la educación, lo que genera preocupaciones sobre la alfabetización de los estudiantes y un sistema que lucha por adaptarse, un desafío exacerbado por el impulso de las empresas tecnológicas para la integración de la IA. Es hora de examinar críticamente cómo estamos moldeando las habilidades de la próxima generación en un mundo impulsado por la IA.
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