Linux dice adiós a 486 y Pentium antiguos

Con la próxima publicación del kernel Linux 6.15, se eliminará el soporte para los procesadores 486 y los primeros Pentium, marcando el final de más de 20 años de funcionamiento de Linux en estos chips antiguos. Esta decisión, respaldada por el creador de Linux, Linus Torvalds, tiene como objetivo simplificar el kernel y mejorar el rendimiento al eliminar el código heredado relacionado con estos procesadores obsoletos.

El sistema operativo Linux dejará de dar soporte a los procesadores 486 y a los primeros Pentium con el próximo lanzamiento del kernel Linux 6.15. Esta decisión marca el fin de una era, ya que Linux ha mantenido estos procesadores antiguos viables durante más de dos décadas, significativamente más tiempo que Microsoft, que finalizó el soporte para el 486 con Windows XP en 2001.

La razón principal de este cambio, según Linus Torvalds, el creador de Linux, es la falta de una razón convincente para seguir dedicando recursos de desarrollo al soporte de estas arquitecturas obsoletas. Afirmó: “Realmente tengo la sensación de que es hora de dejar atrás el soporte i486. No hay ninguna razón real para que nadie pierda un segundo de esfuerzo de desarrollo en este tipo de problema”. Este sentimiento destaca los rendimientos decrecientes de mantener la compatibilidad con hardware que rara vez se utiliza en los entornos informáticos modernos.

El desarrollador senior del kernel de Linux, Ingo Molnár, profundizó en la justificación, explicando que el pegamento de compatibilidad requerido para soportar estas antiguas CPU de 32 bits en arquitecturas x86-32 a veces puede crear problemas que consumen el tiempo de los desarrolladores. Este tiempo, argumenta Molnár, podría emplearse mejor en otros aspectos del desarrollo del kernel. Esto sugiere que el esfuerzo requerido para mantener el soporte para estos procesadores heredados supera los beneficios, especialmente considerando la limitada base de usuarios.

Esta no es la primera vez que se plantea la idea de abandonar el soporte para el 486. En 2022, Torvalds sugirió solo soportar x86-32 con “cmpxchg8b” (Pentium y posteriores), pero en ese momento, la comunidad no estaba lista para renunciar al soporte para el 386. La decisión actual, sin embargo, refleja un cambio en las prioridades, priorizando la eficiencia y la asignación de recursos dentro del equipo de desarrollo.

La eliminación del soporte para los procesadores 486 y los primeros Pentium resultará en la eliminación de aproximadamente 14.000 líneas de código heredado en aproximadamente 80 archivos. Esto incluye la eliminación de la emulación de la unidad de punto flotante (FPU) de software, que era necesaria para las CPU que carecían de FPU integrada, como el 486SX y los primeros y defectuosos procesadores Pentium. Esta limpieza simplificará el kernel, reducirá la sobrecarga de mantenimiento y potencialmente mejorará el rendimiento en los sistemas compatibles.

La CPU x86 mínima compatible ahora será el Pentium (P5) original o posterior, lo que requiere la presencia del Contador de Marca de Tiempo (TSC) y la instrucción CMPXCHG8B (CX8). Estas características están ausentes en los procesadores 486 y 586 anteriores, como las familias IDT WinChip y AMD Elan. Este cambio significa un movimiento hacia capacidades de hardware más modernas y una base de código optimizada.

Si bien la interrupción del soporte marca un cambio significativo, es importante tener en cuenta que los usuarios aún pueden ejecutar Linux en estas CPU más antiguas. Como señaló Torvalds, pueden “ejecutar kernels de museo”, como distribuciones más antiguas como Debian 3.0 y Ubuntu 10.04. Además, distribuciones de Linux especializadas como MuLinux están diseñadas para ejecutarse en hardware antiguo. Sin embargo, los usuarios que opten por estas opciones no recibirán los últimos parches de seguridad, lo que podría exponerlos a vulnerabilidades.

Se espera que el impacto de este cambio en la base de usuarios en general sea mínimo. Los últimos chips comerciales i486 se produjeron en 2007, y el artículo sugiere que muy pocas personas todavía están utilizando PC de principios de la década de 2000. Los principales usuarios de estos sistemas más antiguos son probablemente aficionados o aquellos que utilizan sistemas integrados de nicho.

La decisión de finalizar el soporte para los procesadores 486 y los primeros Pentium es pragmática, impulsada por la necesidad de optimizar los recursos de desarrollo y mejorar la eficiencia general del kernel de Linux. Si bien marca el fin de una era para estos procesadores icónicos, también allana el camino para un sistema operativo más optimizado y con mejor rendimiento.

Con la versión 6.15 del kernel, Linux dejará de dar soporte a los procesadores 486 y Pentium antiguos, debido a su bajo uso y la carga de mantenimiento. Aunque kernels de museo y distribuciones especializadas seguirán permitiendo su funcionamiento, los usuarios no recibirán actualizaciones de seguridad. Esto simplifica y mejora el rendimiento del kernel, marcando el fin de una era para estos chips.

Si se desea conservar hardware antiguo, se puede considerar MuLinux o versiones anteriores de Debian/Ubuntu, pero teniendo en cuenta las implicaciones de seguridad.

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