Un antiguo ejecutivo de Meta ha acusado al gigante de las redes sociales de desarrollar una herramienta de censura para monitorear contenido viral en Hong Kong y Taiwán como parte de sus intentos de acceder al mercado chino. Sarah Wynn-Williams, ex directora de políticas públicas, alega que los datos de usuarios de Hong Kong fueron considerados una posible moneda de cambio en las negociaciones con China, y que se creó un sistema para marcar contenido con más de 10,000 visualizaciones para su revisión. Meta no ha confirmado ni negado estas acusaciones.
La ex ejecutiva de Meta, Sarah Wynn-Williams, ha lanzado serias acusaciones contra el gigante de las redes sociales, alegando el desarrollo de una herramienta de censura específicamente destinada a monitorear contenido viral en Hong Kong y Taiwán. Esta afirmación surgió en una entrevista con National Public Radio (NPR) el viernes pasado, donde Wynn-Williams discutió sus críticas a Meta, la empresa matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram.
Wynn-Williams, quien se desempeñó como ex directora de políticas públicas, declaró que los datos de usuarios de Hong Kong se utilizaron potencialmente como moneda de cambio en los intentos de Meta por acceder al mercado chino. Mencionó explícitamente que la compañía consideró aprovechar los datos de los usuarios de Hong Kong como parte de las negociaciones para operar en China. Esto sugiere una disposición a comprometer la privacidad del usuario y la libertad de expresión en la búsqueda de acceso al mercado.
Además, Wynn-Williams detalló la creación de una herramienta de censura, que incluía el monitoreo de contenido viral en Hong Kong y Taiwán. Esta herramienta, según ella, empleaba “contadores de viralidad” para rastrear la participación del contenido. Cualquier contenido que superara las 10,000 vistas sería automáticamente marcado y enviado a un cuerpo editorial de censura para su revisión. Este mecanismo indica un enfoque proactivo para controlar la narrativa y suprimir contenido potencialmente sensible.
En respuesta a estas acusaciones, Meta Hong Kong emitió un comunicado, desestimando las afirmaciones de Wynn-Williams al destacar que fue despedida hace ocho años por bajo rendimiento. Esta respuesta intenta desacreditar a Wynn-Williams y socavar la credibilidad de sus acusaciones. Sin embargo, Meta no ha confirmado ni negado las acusaciones específicas a HKFP, dejando las afirmaciones sin resolver.
El contexto de estas acusaciones se complica aún más por el interés histórico de Meta en ingresar al mercado chino. Si bien el CEO Mark Zuckerberg anunció en 2019 que la compañía no perseguiría esta empresa, el deseo inicial de operar en China subraya las posibles motivaciones detrás de la supuesta herramienta de censura. La declaración de Zuckerberg en octubre de 2019, donde reconoció los diferentes valores entre las plataformas de internet estadounidenses y chinas, sugiere una conciencia de los desafíos para alinear los valores de Meta con los del gobierno chino.
El estado operativo actual de Meta en China es “No operamos… en China hoy”, según la compañía. Esta declaración, sin embargo, no aborda las acciones pasadas y las posibles prácticas de manejo de datos que Wynn-Williams ha sacado a la luz.
El artículo también plantea preocupaciones sobre el manejo de datos de usuarios por parte de Meta en Hong Kong, particularmente a la luz de las leyes de seguridad nacional promulgadas en 2020 y 2024. Meta Hong Kong no respondió a las preguntas sobre si los datos de usuarios de Hong Kong fueron transferidos a las autoridades chinas durante la última década. Esta falta de transparencia alimenta las preocupaciones sobre la privacidad del usuario y el potencial de censura.
En julio de 2020, poco después de que entrara en vigor la ley de seguridad nacional promulgada por Beijing, Facebook anunció que suspendería las solicitudes del gobierno de Hong Kong y las autoridades policiales de información del usuario. Sin embargo, cuando se le preguntó si esta promesa aún era válida a la luz de la ley de seguridad de 2024 legislada localmente, Meta guardó silencio. Este silencio plantea interrogantes sobre el compromiso de la empresa con la privacidad del usuario y su capacidad para resistir la presión gubernamental.
Ilustrando aún más el impacto de la ley de seguridad nacional, en junio de 2021, HKFP informó que Facebook rechazó las 202 solicitudes de datos de usuarios del gobierno de Hong Kong recibidas en los seis meses posteriores a la promulgación de la ley. Esto demuestra el potencial de conflicto entre el compromiso de Meta con la libertad de expresión y las demandas del gobierno de Hong Kong bajo el nuevo marco legal.
La ley de seguridad nacional promulgada por Beijing, implementada en junio de 2020, criminalizó la subversión, la secesión, la colusión con fuerzas extranjeras y los actos terroristas, definidos de manera amplia. Esta ley otorgó a la policía nuevos y amplios poderes y condujo a cientos de arrestos, creando un efecto disuasorio sobre la libertad de expresión y reunión. Las autoridades sostienen que la ley restauró la estabilidad a la ciudad, mientras que los críticos, incluidos los socios comerciales, la ONU y las ONG, han expresado su preocupación por su impacto en los derechos humanos y las libertades civiles.
La ex ejecutiva de Meta, Sarah Wynn-Williams, alega que la empresa desarrolló una herramienta de censura para monitorear contenido viral en Hong Kong y Taiwán, en un intento de entrar al mercado chino, posiblemente utilizando datos de usuarios de Hong Kong como palanca. Meta niega las acusaciones, afirmando que Wynn-Williams fue despedida por bajo rendimiento y que finalmente no operaron en China. Persisten preocupaciones sobre las prácticas de manejo de datos y la respuesta de Meta a las cambiantes leyes de seguridad nacional de Hong Kong. Las acusaciones plantean interrogantes cruciales sobre los límites éticos de las empresas tecnológicas que navegan por regímenes autoritarios y los posibles compromisos entre el acceso al mercado y la libertad de los usuarios.
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