Casi 200 desarrolladores de Blizzard Entertainment, el estudio detrás del popular juego Overwatch, han formado un nuevo sindicato llamado The Overwatch Gamemakers Guild—CWA, afiliado a la Communications Workers of America (CWA). Este esfuerzo de sindicalización sigue una tendencia más amplia en la industria del videojuego y se produce después de que Microsoft, que adquirió Activision Blizzard, alcanzara un acuerdo de neutralidad laboral con la CWA.
El Gremio de Creadores de Juegos de Overwatch, un nuevo sindicato que representa a casi 200 desarrolladores en Blizzard, se ha formado bajo la Communications Workers of America (CWA). Este sindicato abarca una amplia gama de disciplinas, incluyendo diseño, producción, ingeniería, arte, sonido y control de calidad, lo que significa una “unidad integral”. La formación del sindicato siguió a la confirmación de un árbitro neutral de que una mayoría significativa de empleados había expresado su apoyo a la sindicalización.
La CWA informa que Microsoft ya ha reconocido al sindicato, un paso crucial en el proceso de sindicalización. Este reconocimiento es el resultado directo de un “acuerdo de neutralidad laboral innovador” alcanzado entre Microsoft y la CWA en 2022, específicamente con respecto a la sindicalización en Activision Blizzard, que aún no formaba parte oficialmente de Microsoft en ese momento.
El impulso para la sindicalización se deriva de varios factores, incluyendo preocupaciones sobre las condiciones de trabajo, los despidos y el deseo de mejorar las protecciones para los empleados. Foster Elmendorf, un analista de pruebas senior II y miembro del comité organizador, destacó la larga historia de “despidos, trabajo intensivo y condiciones de trabajo deficientes” en la industria de los videojuegos como un factor clave para la formación del sindicato. Enfatizó que la acción colectiva permite a los trabajadores proponer iniciativas que pueden mejorar tanto el lugar de trabajo como la calidad de los videojuegos.
La reciente ola de despidos dentro de la industria del juego, particularmente los de 2023 y 2024, ha alimentado aún más el impulso a la sindicalización. Estos despidos, que afectaron a decenas de miles de personas, crearon una sensación de inseguridad entre los empleados. Simon Hedrick, un analista de pruebas de Blizzard, citó los despidos a principios de 2024, donde Microsoft recortó 1,900 empleos en Activision Blizzard y Xbox, como una preocupación importante. Afirmó que el sindicato tiene como objetivo proteger a los empleados, enfatizando la naturaleza repentina de los despidos y la falta de recursos disponibles para los afectados.
Sadie Boyd, una artista de interfaz de usuario de Overwatch, se hizo eco de estos sentimientos, expresando su deseo de proteger a sus colegas, a quienes describió como “personas reflexivas y bondadosas”. Su experiencia en Arkane Austin, que Microsoft cerró, solidificó aún más su compromiso con la sindicalización.
La postura de Microsoft sobre la sindicalización, aunque inicialmente parecía de apoyo, ha enfrentado cierto escrutinio. En abril de 2025, los miembros del sindicato ZeniMax Workers United-CWA votaron a favor de autorizar una huelga si las negociaciones contractuales, que habían estado en curso durante casi dos años, no lograban avanzar. Esto sugiere posibles desafíos para lograr resultados favorables a pesar del reconocimiento inicial de Microsoft.
A pesar de estos desafíos, la CWA informa que más de 2,600 personas en los estudios de Microsoft se han unido a sindicatos afiliados a la CWA desde que se estableció el acuerdo de neutralidad laboral. Estos sindicatos están trabajando activamente para mejorar las condiciones de trabajo, incluyendo la obtención de protecciones contra despidos, seguridad laboral, aumentos salariales, límites a la subcontratación y protecciones de trabajo remoto. Esto representa un paso significativo hacia la mejora de la vida laboral de los desarrolladores de juegos.
Cerca de 200 desarrolladores de Overwatch se han sindicalizado bajo The Overwatch Gamemakers Guild—CWA, con el reconocimiento de Microsoft, impulsados por despidos y el deseo de mejorar las condiciones laborales. Esta acción sigue una tendencia más amplia de sindicalización en la industria del videojuego, facilitada por el acuerdo de neutralidad laboral de Microsoft y la creación de United Videogame Workers—CWA, lo que refleja una creciente necesidad de protección laboral y poder de negociación colectiva. La reciente autorización de una posible huelga por ZeniMax Workers United-CWA subraya los desafíos continuos para lograr negociaciones contractuales significativas, sugiriendo que la lucha por una industria del videojuego más equitativa está lejos de terminar.
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