Raymond Ward, un representante estatal republicano en Utah, está frustrado por la falta de paneles solares de balcón en Estados Unidos, algo común en Alemania, donde ofrecen una forma barata y fácil de generar electricidad. Si bien Utah aprobó recientemente un proyecto de ley para eliminar algunas barreras a esta tecnología, aún quedan importantes obstáculos regulatorios y de seguridad antes de que la energía solar de balcón pueda generalizarse en EE. UU.
Raymond Ward, un representante estatal de Utah, está perplejo por la falta de adopción de la energía solar de balcón en Estados Unidos, a pesar de su simplicidad y popularidad en Alemania. Lo ve como una solución sencilla para aumentar la demanda de energía.
En Alemania, la energía solar de balcón está muy extendida, con más de 780.000 dispositivos registrados con el regulador de servicios públicos a diciembre, y millones más instalados sin registro gubernamental. Esta popularidad se debe a su facilidad de uso y asequibilidad, lo que la hace atractiva para inquilinos, activistas climáticos y entusiastas de los aparatos por igual.
Los esfuerzos de Ward para promover la energía solar de balcón en Utah han resultado en una nueva ley que exime a los dispositivos solares portátiles de ciertas regulaciones estatales. Este proyecto de ley, firmado por el gobernador republicano Spencer Cox, elimina barreras como los acuerdos de interconexión, que pueden aumentar significativamente el costo de las instalaciones solares tradicionales.
Sin embargo, persisten importantes obstáculos en Estados Unidos que dificultan una adopción generalizada. Los principales desafíos incluyen la falta de normas y aprobaciones de seguridad nacionales, específicamente el cumplimiento del Código Eléctrico Nacional y una norma de seguridad de productos de Underwriters Laboratories (UL). La nueva ley de Utah, aunque es un paso adelante, está limitada por la ausencia de sistemas certificados a nivel nacional.
La ausencia de estas normas plantea posibles riesgos para la seguridad. Una de las principales preocupaciones es el “enmascaramiento del interruptor”, donde el dispositivo solar de balcón alimenta energía a un circuito, lo que podría sobrecargarlo sin que el interruptor automático detecte el suministro de energía añadido. Esto podría provocar sobrecalentamiento o incluso un incendio.
Alemania abordó este problema limitando las unidades solares de balcón a 800 vatios, un umbral considerado seguro incluso en casas antiguas. Sebastian Müller, presidente de la Asociación Alemana de Energía Solar de Balcón, confirma que este límite ha evitado problemas de seguridad.
Otro desafío en Estados Unidos es la falta de interruptores de circuito por falla a tierra (GFCI) compatibles. Los GFCI están diseñados para minimizar el riesgo de descargas eléctricas, pero aún no están certificados para su uso con dispositivos que consumen y generan energía, como las configuraciones solares de balcón. Alemania utiliza un dispositivo de corriente residual que puede detectar flujos de energía bidireccionales.
Además, las directrices eléctricas de Estados Unidos no tienen en cuenta la posibilidad de conectar un dispositivo generador de energía a una toma de corriente doméstica. La red eléctrica de Estados Unidos opera a 120 voltios, mientras que la de Alemania opera a 230 voltios, lo que requiere diferentes protocolos de seguridad.
La falta de una norma UL es un obstáculo importante. La certificación UL asegura a los consumidores que un producto cumple con las directrices de seguridad reconocidas a nivel nacional. Achim Ginsberg-Klemmt, vicepresidente de ingeniería de GismoPower, está trabajando para desarrollar dicha norma, pero se enfrenta a numerosos desafíos.
La empresa de Ginsberg-Klemmt vende un cobertizo solar portátil que se conecta a una toma de corriente de 240 voltios. Este diseño evita el problema del enmascaramiento del interruptor, pero aún requiere una norma UL. Está trabajando con investigadores e ingenieros para desarrollar esta norma, pero el progreso ha sido lento.
Un importante obstáculo es el Código Eléctrico Nacional, que actualmente no permite sistemas de energía enchufables como la energía solar de balcón. La Asociación Nacional de Protección contra Incendios, que emite el código, rechazó las recomendaciones para enmendarlo, citando la falta de un GFCI compatible.
Jeff Sargent, enlace del personal de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, declaró que no se pueden considerar enmiendas hasta que haya un GFCI compatible disponible. También señaló que las normas eléctricas evolucionan con el tiempo y que a menudo se necesitan múltiples ciclos de cambio de código para dar cabida a nuevos productos.
A pesar de estos desafíos, el interés en las soluciones de energía enchufables está creciendo. Ward cree que, como en Alemania, la tecnología finalmente será adoptada en Estados Unidos, ya que ofrece una forma para que las personas tomen el control de sus necesidades energéticas.
A pesar del creciente interés y la legislación pionera de Utah, la adopción generalizada de energía solar en balcones en EE. UU. enfrenta obstáculos importantes: falta de normas de seguridad nacionales, compatibilidad con el Código Eléctrico Nacional y ausencia de una certificación UL. Si bien la experiencia de Alemania demuestra el potencial de esta tecnología, superar estas barreras regulatorias requerirá esfuerzo y colaboración sostenidos para desbloquear un futuro energético más limpio y accesible para los hogares estadounidenses.
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