USB 2.0: El estándar de 25 años que transformó la informática

Este año se celebra el 25 aniversario de USB 2.0, un estándar que cambió fundamentalmente la forma en que conectamos dispositivos y transferimos datos. Introducido en el año 2000, ofreció un aumento significativo de velocidad con respecto a las versiones anteriores de USB y rápidamente se convirtió en una interfaz ubicua, allanando el camino para la informática moderna.

USB 2.0, un estándar de interfaz fundamental, celebra su 25 aniversario, marcando un cuarto de siglo de revolución en la transferencia de datos. Introducido el 27 de abril de 2000, por el USB Implementers Forum (USB-IF), USB 2.0 se convirtió en un punto de inflexión, mejorando significativamente las velocidades de transferencia de datos en comparación con sus predecesores.

Antes de USB 2.0, la conexión de periféricos a las computadoras dependía de los puertos paralelos y serie. Estos conectores más antiguos eran voluminosos y lentos, con puertos paralelos limitados a alrededor de 20 Mbps y puertos serie a solo 256 Kbps. En contraste, USB 2.0 ofrecía una velocidad de transferencia “increíblemente rápida” de 480 Mbps con su Hi-Speed USB, lo que representaba un avance sustancial. Esto era más de 40 veces más rápido que el límite de 12 Mbps de USB 1.1. Además, USB 2.0 era más compacto y ofrecía la conveniencia del intercambio en caliente (hot-swapping), una característica ausente en los estándares anteriores.

El impacto de USB 2.0 se extendió más allá de la velocidad y la conveniencia. También era más barato de implementar que alternativas como el conector FireWire 400 de Apple, lo que lo hacía más atractivo para los fabricantes de placas base. Esta rentabilidad jugó un papel crucial en su adopción generalizada, solidificando su posición como el método principal para conectar periféricos y transferir datos.

Sin embargo, el despliegue de USB 2.0 no fue inmediato. Si bien el estándar se lanzó en 2000, a los fabricantes de PC les tomó un par de años incorporarlo en sus dispositivos. VIA fue la primera en implementarlo en 2002, seguida por Apple en 2003. Intel, un actor clave en el desarrollo del estándar USB original, no lanzó un chipset Pentium 4 con capacidades USB 2.0 hasta 2004.

Además, el soporte inicial de controladores para USB 2.0 era limitado. Windows XP tardó casi un año en admitir el estándar, con el lanzamiento del Service Pack 1 en agosto de 2002. Windows 2000 obtuvo soporte con el Service Pack 4 en junio de 2003. Los sistemas operativos más antiguos como Windows 95 y 98 carecían de soporte nativo, aunque Windows 98 Second Edition (SE) sí admitía controladores de terceros.

Hoy en día, USB 2.0 sigue siendo relevante. Si bien USB4 Versión 2.0 ofrece velocidades de transferencia significativamente más rápidas de hasta 80 Gbps, USB 2.0 sigue siendo ampliamente utilizado, especialmente para periféricos que no requieren altas tasas de transferencia de datos, como ratones y teclados. Incluso los modelos económicos más recientes, como el iPhone 16e, están limitados a las velocidades de USB 2.0, lo que demuestra su utilidad continua.

La evolución de USB ha visto varios tipos de conectores, incluidos USB Mini y USB Micro, que mejoraron aún más su adaptabilidad para dispositivos portátiles como teléfonos inteligentes y tabletas. La sección de comentarios destaca el impacto positivo de USB-C, particularmente su diseño reversible, que elimina la frustración de las inserciones incorrectas. Sin embargo, también se señala que los cables USB-C aún pueden utilizar el estándar USB 2.0.

La discusión también aborda la conveniencia de USB-C para cargar múltiples dispositivos con un solo cargador, enfatizando los beneficios de la portabilidad y la facilidad de uso. Sin embargo, el costo de los concentradores y cables USB 3, particularmente aquellos que requieren pares trenzados para velocidades más altas, sigue siendo un factor.

Finalmente, los comentarios también reflejan el contexto histórico de USB, con usuarios que recuerdan las dramáticas mejoras de velocidad en comparación con tecnologías más antiguas como los disquetes y los CD-Rs.

Celebrando 25 años, USB 2.0 revolucionó la transferencia de datos, reemplazando puertos más lentos y abriendo camino a dispositivos portátiles. Aunque superado por USB4, su legado perdura en periféricos cotidianos e incluso dispositivos modernos como el iPhone 16e, demostrando su relevancia continua. El cambio a USB-C, aunque valorado por su conector fácil de usar, destaca un desafío mayor: la confusa variedad de especificaciones USB y la necesidad de una estandarización más clara.

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