Caso de Copyright: “Me Gusta” en Redes Sociales, Prueba Contra Acusado de BitTorrent

Strike 3 Holdings es un litigante prolífico en materia de derechos de autor, conocido por demandar a individuos sospechosos de descargar y compartir ilegalmente contenido protegido por derechos de autor a través de BitTorrent. Este artículo examina un caso de este tipo que involucra a un demandado, John R., quien está luchando contra la demanda y argumentando que la evidencia en su contra se basa en especulaciones, particularmente en lo que respecta al uso de sus “me gusta” en las redes sociales.

Strike 3 Holdings, un litigante prolífico en materia de derechos de autor en los tribunales federales de EE. UU., ha presentado más de 15,000 demandas, dirigidas principalmente a individuos acusados de compartir contenido con derechos de autor a través de BitTorrent. Estos casos a menudo se resuelven de forma privada, pero en ocasiones, los demandados impugnan las acusaciones en los tribunales, como se vio en el caso de John R. en Florida.

La demanda contra John R. comenzó como un caso “John Doe”, identificándolo posteriormente después de vincular una dirección IP a su cuenta de Comcast. Strike 3 alegó que John R. compartió 25 de sus obras con derechos de autor utilizando BitTorrent. La compañía utilizó su software “VXN Scan” para detectar la supuesta infracción.

Además, la demanda presentó evidencia adicional, afirmando que la misma dirección IP se utilizó para descargar y distribuir al menos 5,595 archivos relacionados con otras películas para adultos y medios de comunicación convencionales, incluidos títulos de Star Wars, una película de Minions y un episodio de Grey’s Anatomy. Strike 3 no posee los derechos de estos medios adicionales, pero utiliza las supuestas descargas como evidencia circunstancial para respaldar su afirmación de identificar al demandado correcto.

Para fortalecer su caso, Strike 3 destacó la actividad de John R. en las redes sociales, señalando que sus perfiles públicos indicaban un gran interés en el contenido supuestamente descargado. La compañía señaló su afición por Star Wars, Minions, Grey’s Anatomy y Halloween, argumentando que estos intereses se alineaban con las descargas observadas.

Sin embargo, John R. impugnó las acusaciones y solicitó la desestimación del caso, caracterizando la evidencia de Strike 3 como especulativa. Su abogado defensor argumentó que los “me gusta” en las redes sociales representaban solo una pequeña fracción de las descargas marcadas (0.45%) y que no había evidencia directa que vinculara los dispositivos de John R. con las descargas. La defensa argumentó además que otras personas, como su esposa o sus vecinos, podrían tener intereses similares.

A pesar de los argumentos de la defensa, la jueza del Tribunal de Distrito Sheri Polster Chappell se puso del lado de Strike 3, concluyendo que los “me gusta” en las redes sociales tenían cierto valor probatorio en esta etapa del caso. La jueza citó precedentes legales existentes, señalando que los intereses en las redes sociales podrían usarse como evidencia para conectar la identidad de un demandado con la actividad de BitTorrent.

La orden del tribunal enfatizó que, si bien la evidencia de las redes sociales no era una prueba concluyente de culpabilidad, era suficiente para evitar la desestimación del caso. En consecuencia, el caso pasará a la siguiente fase, y se requerirá que John R. presente una respuesta formal a la demanda. Esto será seguido por la fase de descubrimiento, o potencialmente, discusiones de acuerdo.

Strike 3 Holdings, conocido demandante por infracción de derechos de autor, demanda a John R. por supuestamente compartir 25 de sus películas para adultos a través de BitTorrent. La evidencia es circunstancial, incluyendo miles de descargas de contenido popular como Star Wars y Minions. Strike 3 argumenta que los “me gusta” de John R. en redes sociales coinciden con estas descargas, pero él alega que la evidencia es especulativa. Un juez denegó la moción de John R. para desestimar el caso, citando precedentes que permiten considerar la actividad en redes sociales como evidencia, permitiendo que el caso avance a la fase de descubrimiento. ¿Estamos sacrificando la privacidad en favor de la protección de la propiedad intelectual al usar datos de redes sociales como evidencia en casos de infracción de derechos de autor?

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