EE.UU. Cierra Acceso Chino a Investigación del Cáncer

Estados Unidos ha restringido el acceso de investigadores chinos a una base de datos vital para la investigación del cáncer, el programa Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER). Administrado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., SEER proporciona datos extensos sobre la incidencia y el tratamiento del cáncer en casi la mitad de la población estadounidense y anteriormente era accesible a investigadores de todo el mundo. Este cambio, implementado poco después de que un nuevo director asumiera el cargo y en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, impacta significativamente las colaboraciones de investigación sobre el cáncer y el análisis de datos para instituciones en China, Hong Kong y Macao, así como en Rusia, Irán y Corea del Norte.

Estados Unidos ha restringido significativamente el acceso a datos cruciales de investigación sobre el cáncer para investigadores en China, Hong Kong y Macao, marcando un notable desacoplamiento en la lucha global contra el cáncer. Esta medida, implementada a través de una actualización de seguridad por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), impacta directamente el acceso a la base de datos de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER), un recurso vital para la investigación del cáncer en todo el mundo. A partir del viernes, los investigadores que intentaban iniciar sesión desde estas regiones se encontraron con un mensaje directo que indicaba que “el acceso no se puede restaurar en este momento”, lo que les impedía efectivamente utilizar este extenso conjunto de datos.

La base de datos SEER, administrada por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., es una piedra angular de la investigación del cáncer, que ofrece datos completos sobre la incidencia del cáncer, las tasas de supervivencia y los tratamientos. Su alcance es sustancial, cubriendo el 48 por ciento de la población estadounidense y proporcionando información a nivel nacional esencial para las investigaciones epidemiológicas y el desarrollo de nuevas terapias. Históricamente, este valioso recurso era de acceso abierto para los investigadores a nivel mundial, fomentando la colaboración internacional y acelerando el progreso en la comprensión y la lucha contra el cáncer.

Sin embargo, la reciente actualización de seguridad de los NIH ha alterado fundamentalmente este panorama. Según la nueva política, el acceso a la base de datos SEER ha sido completamente bloqueado para las instituciones ubicadas en una lista de países designados. Esta lista incluye no solo a China, Hong Kong y Macao, sino también a otras naciones como Rusia, Irán y Corea del Norte, lo que indica un enfoque más amplio impulsado por la seguridad en el intercambio de datos en áreas de investigación sensibles. El momento de esta actualización, emitida solo un día después de que el nuevo director de los NIH asumiera el cargo, sugiere además un cambio de política deliberado alineado con la postura actual de Washington contra Beijing.

Las ramificaciones de esta restricción de datos son significativas y de gran alcance, particularmente para los investigadores en las regiones afectadas. Un investigador de la prestigiosa Universidad Fudan de Shanghái, que optó por permanecer en el anonimato, describió la prohibición como “un evento científico muy serio”. Este experto destacó la dependencia crítica de muchos temas de investigación de estudiantes de posgrado en los datos de SEER para la exploración preliminar, lo que subraya su papel fundamental en la investigación en etapa inicial. Además, el investigador señaló que numerosos proyectos requieren datos internacionales para la validación, lo que hace que la ausencia de estos datos cruciales sobre el cáncer sea un impedimento importante.

En consecuencia, la denegación de acceso a los datos de SEER disminuye en gran medida la practicidad y la eficacia de los esfuerzos de investigación en China, Hong Kong y Macao. Sin la capacidad de acceder y analizar este extenso conjunto de datos, los investigadores enfrentarán desafíos importantes para realizar estudios completos, validar los hallazgos y contribuir a la comprensión global de los patrones del cáncer y los resultados del tratamiento. Esta restricción no solo obstaculiza los proyectos de investigación individuales, sino que también podría ralentizar el ritmo del descubrimiento científico y el desarrollo de nuevas estrategias para combatir el cáncer a escala global. El desacoplamiento del acceso a este recurso vital representa una consecuencia tangible de las tensiones geopolíticas que se extienden al ámbito de la colaboración científica, con posibles impactos negativos en la lucha colectiva contra el cáncer.

Estados Unidos ha restringido el acceso de investigadores chinos, de Hong Kong y Macao a la base de datos SEER (Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales) sobre el cáncer, un recurso crucial que cubre el 48% de la población estadounidense, citando nuevos protocolos de seguridad del NIH alineados con políticas anti-Beijing. Esta medida, que impacta la investigación y la validación de datos, es descrita por los investigadores como un “evento científico grave”. ¿Este desacoplamiento obstaculizará el progreso global en la lucha contra el cáncer y qué modelos de colaboración alternativos se pueden forjar para asegurar el intercambio continuo de conocimientos?

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *