Durante décadas, los científicos creyeron que el ojo humano típico podía percibir poco menos de 10 millones de colores. Ahora, investigadores aparentemente han roto ese límite, utilizando láseres para estimular las retinas de cinco participantes y permitiéndoles ver un color más allá de nuestro rango visual habitual: un verde azulado increíblemente saturado.
Los humanos típicamente perciben alrededor de 10 millones de colores, una limitación que proviene de nuestras células cónicas retinianas. Estos conos, responsables de detectar las longitudes de onda de la luz, vienen en tres tipos: conos S (azul), conos M (verde) y conos L (rojo). Sin embargo, estos conos tienen rangos superpuestos, lo que significa que la luz que activa los conos M también activará los conos S o L.
Para eludir esta limitación, los investigadores desarrollaron una técnica llamada “Oz”, inspirada en la Ciudad Esmeralda de El Mago de Oz. Esta técnica utiliza una configuración precisa de láser para estimular células cónicas individuales en la retina, lo que permite a los participantes percibir colores más allá del rango visual estándar.
La técnica Oz implica mapear la retina para identificar células cónicas individuales y luego entregar luz con precisión a conos específicos. Este proceso no es amigable para el consumidor; los propios investigadores, incluido el profesor Ren Ng, participaron en los experimentos. Los participantes tuvieron que permanecer quietos mientras un láser brillaba en su retina, percibiendo un pequeño cuadrado de luz.
El resultado del experimento Oz fue la percepción de un nuevo color, llamado “olo”, descrito como un “verde azulado imposiblemente saturado”. Este color está más allá del rango visual humano típico. La aproximación más cercana en una pantalla de computadora es el verde azulado (#00ffcc) con una mayor saturación más allá de lo que es naturalmente visible.
Para confirmar que olo estaba realmente fuera del rango de color normal, los investigadores realizaron experimentos de coincidencia de color. Los participantes agregaron o restaron luz blanca a olo y lo compararon con un láser verde azulado. Los resultados confirmaron que olo no podía ser igualado por colores dentro del espectro visual humano estándar, lo que indica que era un nuevo color.
Manuel Spitschan, un experto en los efectos de la luz en el comportamiento humano, elogió el estudio como un “avance innovador” en la comprensión de la visión del color. También señaló los importantes desafíos técnicos involucrados.
Las posibles aplicaciones de la técnica Oz son vastas. El equipo de Ng visualiza pantallas que pueden entregar luz a conos individuales, creando imágenes nítidas y sin píxeles con colores imposibles. Además, Oz podría permitir potencialmente a las personas daltónicas experimentar colores que nunca antes habían visto. Sin embargo, esta experiencia sería temporal.
Maarten Kamermans, un investigador de la visión y la retina, destacó el potencial para la investigación en animales. La técnica Oz podría permitir a los investigadores simular la percepción del color de diferentes animales, como perros, ratones o peces dorados, ofreciendo información sobre sus experiencias visuales.
Por primera vez, científicos han logrado que humanos perciban un color, “olo”, fuera del espectro visible, estimulando directamente las células cónicas con láseres. Este avance, aunque actualmente es una herramienta de investigación compleja, abre emocionantes posibilidades para la tecnología de pantallas futuras, incluyendo la creación de colores imposibles y experiencias temporales para daltónicos, además de ofrecer una nueva vía para comprender la percepción del color en animales.
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