Los controladores de GPU de Nvidia han enfrentado desafíos significativos recientemente, particularmente después del lanzamiento de los controladores para las tarjetas de la serie RTX 50 en enero. Estos controladores han introducido una serie de problemas, incluyendo problemas de pantalla negra, bloqueos de juegos e inestabilidad, lo que ha provocado una avalancha de correcciones rápidas y ha dejado frustrados a muchos propietarios de GPU Nvidia.
Las recientes versiones de los controladores de GPU de Nvidia se han visto plagadas de una serie de problemas críticos, lo que marca una desviación significativa del rendimiento históricamente estable y confiable de los controladores de la compañía. Este período de inestabilidad comenzó hace aproximadamente cuatro meses, coincidiendo con el lanzamiento de los controladores para las tarjetas gráficas de la serie RTX 50 en enero.
Específicamente, el lanzamiento inicial del controlador introdujo una serie de problemas, incluidos problemas de pantalla negra, bloqueos frecuentes de juegos e inestabilidad general en las tarjetas gráficas Nvidia nuevas y existentes. La gravedad de estos problemas provocó quejas generalizadas de los usuarios, documentadas en plataformas como Reddit y los propios foros de soporte de Nvidia.
En consecuencia, la compañía se ha visto obligada a emitir un flujo continuo de actualizaciones y correcciones rápidas en un intento de solucionar los problemas. Esto contrasta marcadamente con el pasado de Nvidia, donde los lanzamientos de controladores se caracterizaban típicamente por la estabilidad y las mejoras de rendimiento.
La situación se ha vuelto particularmente desafiante para los propietarios de las últimas GPU de la serie RTX 50. Debido a que los controladores más antiguos no son compatibles con estas tarjetas más nuevas, los usuarios no pueden simplemente retroceder a una versión anterior y más estable. Esta limitación los ha dejado dependientes de los esfuerzos continuos de Nvidia para abordar los problemas a través de los lanzamientos posteriores de controladores.
El controlador 576.02, lanzado la semana pasada, tenía como objetivo resolver muchos de los problemas. Sin embargo, en lugar de proporcionar una solución, introdujo nuevos problemas para algunos usuarios. Surgieron informes de lecturas inexactas de la temperatura de la GPU de las utilidades de monitoreo, lo que llevó a Nvidia a lanzar rápidamente un controlador de corrección rápida para abordar este problema específico.
La última corrección rápida, 576.15, intenta resolver aún más los problemas. Incluye correcciones para velocidades de reloj de GPU inactivas más bajas, particularmente para los propietarios de la serie RTX 50, y aborda problemas de parpadeo en ciertos juegos después de actualizar al controlador 576.02. Esto resalta la necesidad continua de Nvidia de refinar sus controladores.
A pesar de estos esfuerzos, persisten problemas importantes. Los usuarios continúan informando bloqueos de juegos, degradación del rendimiento y problemas de tartamudeo, especialmente cuando se utiliza G-Sync en ciertos juegos. Nvidia está rastreando actualmente al menos 15 problemas abiertos con el controlador 576.02, lo que indica el alcance de los problemas restantes.
La frecuencia de los lanzamientos de correcciones rápidas también es notable. En los últimos dos meses, Nvidia ha lanzado cuatro controladores de corrección rápida, un número sorprendentemente alto entre los lanzamientos principales de WHQL (Windows Hardware Quality Labs). Esta frecuencia subraya la gravedad de los problemas del controlador y la necesidad continua de medidas correctivas.
Este período de inestabilidad del controlador llega en un momento en que Nvidia también enfrenta otros desafíos relacionados con el lanzamiento de la serie RTX 50. Los informes de cables de alimentación que se derriten en algunas tarjetas RTX 5090, junto con la admisión de un problema de fabricación “raro” que afecta a las unidades de renderizado en algunas GPU, han complicado aún más la situación.
Además, la disponibilidad de tarjetas de la serie RTX 50 a precios minoristas ha sido limitada, lo que se suma a la frustración de los jugadores de PC. Estos desafíos, combinados con los problemas del controlador, pintan un panorama de un lanzamiento turbulento para la última generación de tarjetas gráficas de Nvidia.
Los controladores de GPU de Nvidia han sufrido inestabilidad desde el lanzamiento de la serie RTX 50, requiriendo numerosos parches para solucionar pantallas negras, cuelgues y problemas de rendimiento. Aunque las actualizaciones recientes intentan resolver estos problemas, a veces han introducido otros nuevos, como lecturas de temperatura inexactas. Este período tumultuoso, agravado por problemas de hardware y escasez de stock, marca una desviación significativa del soporte de controladores históricamente fiable de Nvidia, lo que lleva a los usuarios a cuestionar si la búsqueda de tecnología de vanguardia ha ido en detrimento de la estabilidad.
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