Un caso de difamación que involucra al CEO de MyPillow, Mike Lindell, ha tomado un giro extraño después de que el abogado que lo representa admitiera haber utilizado inteligencia artificial para redactar un escrito legal. El escrito contenía numerosos errores, incluyendo casos legales fabricados y citas inexactas, lo que llevó a un juez federal a cuestionar si se justifican sanciones y medidas disciplinarias.
Un abogado que representa a MyPillow y a su CEO, Mike Lindell, admitió haber utilizado inteligencia artificial en un escrito jurídico plagado de errores significativos, lo que podría acarrear sanciones y medidas disciplinarias. Específicamente, el escrito, presentado en un caso de difamación, contenía casi treinta citas defectuosas, lo que generó serias preocupaciones sobre la precisión e integridad de los argumentos legales presentados.
La magnitud de los errores dentro del escrito es sustancial, como detalla la jueza del Tribunal de Distrito de EE. UU. Nina Wang en una orden para mostrar causa. La jueza Wang describió meticulosamente los numerosos fallos, afirmando que las citas incluían “citas erróneas de casos citados; tergiversaciones de los principios legales asociados con los casos citados, incluidas discusiones de principios legales que simplemente no aparecen dentro de tales decisiones; declaraciones erróneas sobre si la jurisprudencia se originó en una autoridad vinculante como el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Décimo Circuito; atribuciones erróneas de jurisprudencia a este Distrito; y, lo más flagrante, citas de casos que no existen”. Esta lista exhaustiva destaca la naturaleza generalizada de las imprecisiones, lo que pone en duda la validez de los argumentos legales.
En consecuencia, la jueza Wang ha tomado medidas decisivas en respuesta a estos errores flagrantes. Ha ordenado a los abogados Christopher Kachouroff y Jennifer DeMaster, los responsables del escrito, que expliquen por qué el tribunal no debería imponer sanciones a los acusados, a su bufete de abogados y a los abogados individuales involucrados. Además, la orden exige que Kachouroff y DeMaster justifiquen por qué no deberían ser remitidos a procedimientos disciplinarios por violar las reglas de conducta profesional. Esto demuestra la gravedad de la situación y las posibles consecuencias para los abogados involucrados.
El contexto del caso subraya aún más la importancia de estos errores. Kachouroff y DeMaster están defendiendo a Mike Lindell contra una demanda por difamación presentada por Eric Coomer, un ex empleado de Dominion Voting Systems. El escrito defectuoso, firmado por ambos abogados el 25 de febrero, se presentó como parte de esta batalla legal en curso. Esto añade otra capa de complejidad, ya que la precisión e integridad de los argumentos legales son cruciales en un caso de alto perfil de esta naturaleza.
Fundamentalmente, la admisión de haber utilizado inteligencia artificial para generar el escrito es un elemento fundamental en este caso. Kachouroff, el abogado principal que representa a los acusados, admitió haber utilizado IA durante una audiencia el 21 de abril. Esta admisión, junto con los numerosos errores de citación, plantea interrogantes sobre el uso responsable de la IA en la práctica legal y el potencial de que tales herramientas generen información inexacta o engañosa.
Además, las observaciones de la jueza durante los procedimientos resaltan la reticencia de los abogados a abordar las imprecisiones. Según la jueza Wang, “Una y otra vez, cuando se le pidió al Sr. Kachouroff una explicación de por qué las citas a las autoridades legales eran inexactas, se negó a ofrecer ninguna explicación, o sugirió que se trataba de un ‘borrador de alegato’”. Esta evasión exacerbó aún más la situación, ya que demostró una falta de responsabilidad y una incapacidad para abordar los problemas fundamentales con el escrito. Fue solo después de un interrogatorio directo sobre el uso de la IA que Kachouroff admitió haberla utilizado.
Los abogados de Mike Lindell, CEO de MyPillow, admitieron usar IA para redactar un escrito legal plagado de casos inventados y citas incorrectas, lo que llevó a un juez a considerar sanciones y acciones disciplinarias. Este incidente subraya los riesgos de depender de la IA en la práctica legal y plantea serias dudas sobre la responsabilidad y la diligencia debida.
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