Una demanda contra Meta está desafiando la legalidad de utilizar material con derechos de autor para entrenar sistemas de inteligencia artificial (IA). El caso se centra en el uso por parte de Meta de un conjunto de datos de libros con derechos de autor para entrenar su modelo de IA Llama, con los demandantes argumentando que el presunto uso de medios ilegales por parte de Meta, incluyendo la descarga a través de torrents, constituye una infracción de derechos de autor. El resultado de este caso podría impactar significativamente la ley de derechos de autor y el futuro del desarrollo de la IA.
La demanda entre un grupo de autores y Meta representa un momento crucial en el derecho de autor, específicamente en lo que respecta al entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial (IA). En esencia, el caso gira en torno al uso de libros con derechos de autor por parte de Meta para entrenar su modelo de lenguaje grande (LLM) Llama, una práctica que los autores afirman que constituye una flagrante infracción de los derechos de autor. Los demandantes buscan un fallo sumario parcial, argumentando que las acciones de Meta, particularmente el presunto uso de métodos de descarga ilegales, no dejan lugar para el debate legal y demuestran una clara violación de las protecciones de los derechos de autor. Este caso no se trata solo de Meta; se trata del potencial futuro del desarrollo de la IA y los derechos de los titulares de los derechos de autor en la era digital.
La base de la demanda radica en el uso reconocido por parte de Meta del conjunto de datos Book3, una compilación de 37 GB que contiene aproximadamente 195.000 libros con derechos de autor. Este conjunto de datos ha sido un recurso común para los desarrolladores de IA desde 2020, utilizado para entrenar varios LLM. Sin embargo, el argumento de los demandantes se extiende mucho más allá del uso de este conjunto de datos públicamente conocido. Los documentos judiciales desclasificados han revelado una práctica mucho más preocupante: Meta presuntamente empleó el intercambio de archivos mediante torrents, un método de intercambio de archivos notorio por la infracción de los derechos de autor, para adquirir grandes cantidades de libros con derechos de autor, superando en gran medida el alcance del conjunto de datos Book3. Esta revelación altera significativamente el panorama legal del caso, desplazando el enfoque del uso de un conjunto de datos conocido a la deliberada elusión de las protecciones de los derechos de autor.
Los demandantes sostienen que la decisión de Meta de utilizar torrents no fue una simple omisión, sino una estrategia calculada para acelerar el proceso de adquisición de datos. Inicialmente, Meta intentó descargar libros individuales, pero esto resultó ser demasiado lento y sobrecargó sus recursos de red. Para superar esta limitación, la compañía presuntamente recurrió a los torrents, lo que permitió la adquisición de terabytes de material con derechos de autor en masa. Esta acción, según los demandantes, demuestra un desprecio por la ley de derechos de autor y un intento deliberado de evitar el escrutinio legal. La moción obtenida por Ars Technica destaca esta acción deliberada, señalando que Meta ejecutó el cliente de torrents a través de Amazon Web Services en lugar de su propia infraestructura, una práctica no típica para la red social.
Además, los demandantes enfatizan las implicaciones de la presunta participación de Meta en los torrents más allá de la simple descarga. El intercambio de archivos mediante torrents generalmente implica tanto la descarga (lechero) como la carga (siembra) de porciones de un archivo para facilitar descargas más rápidas para otros usuarios. Los demandantes argumentan que ambas acciones, cuando involucran material con derechos de autor, constituyen una infracción de los derechos de autor. Crucialmente, al sembrar torrents, Meta podría haber facilitado activamente la piratería al distribuir libros con derechos de autor a un público más amplio. Este argumento fortalece significativamente el caso de los demandantes, retratando a Meta no simplemente como un receptor pasivo de material con derechos de autor, sino como un participante activo en su difusión ilegal.
Los autores buscan un fallo sumario parcial, creyendo que un juicio completo es innecesario dada la solidez de sus pruebas. Argumentan que las acciones de Meta quedan muy lejos de los límites de la doctrina del “uso justo”, un principio legal que permite el uso limitado de material con derechos de autor sin permiso en determinadas circunstancias. Los demandantes sostienen que la deliberada elusión de las protecciones de los derechos de autor y la participación activa de Meta en la piratería anulan cualquier reclamación de uso justo. Una victoria para los autores establecería un precedente para casos similares y podría conducir a una reforma del derecho de autor, similar a la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital, para abordar los desafíos únicos planteados por el desarrollo de la IA.
Sin embargo, el caso está lejos de ser una conclusión predeterminada. El juez Vince Chhabria, que preside el caso, ha admitido abiertamente una falta de familiaridad con la terminología de los torrents, incluido “siembra” y “lechero”. Esta admisión sugiere que el juez podría requerir testimonio de expertos para comprender completamente los aspectos técnicos del caso y las implicaciones de las presuntas acciones de Meta. Como resultado, el juez Chhabria podría denegar la moción de fallo sumario y optar por un juicio donde los expertos puedan explicar las complejidades del intercambio de archivos mediante torrents y su papel en la infracción de los derechos de autor.
Las posibles repercusiones de la decisión del tribunal son profundas. Si Meta prevalece, podría abrir las puertas para que otros desarrolladores de IA pirateen libremente libros, imágenes, videos u otros materiales con derechos de autor para entrenar sus modelos, potencialmente socavando los derechos de los creadores y alterando las industrias creativas. Por el contrario, una victoria para los autores establecería un precedente crucial, salvaguardando las protecciones de los derechos de autor en la era de la IA y potencialmente impulsando una reevaluación de la ley de derechos de autor para abordar los desafíos únicos planteados por el desarrollo de la IA. El resultado de esta demanda sin duda dará forma al futuro de la IA y el equilibrio entre la innovación y la protección de los derechos de autor.
Este juicio enfrenta a un grupo de autores contra Meta, acusando a la empresa de redes sociales por usar ilegalmente libros pirateados para entrenar su modelo de IA Llama a través de torrents. Aunque los demandantes creen que el caso es claro, la falta de familiaridad del juez con la terminología de torrents podría prolongar el juicio. Una victoria de Meta podría permitir a los desarrolladores de IA usar libremente material con derechos de autor para entrenar, mientras que una victoria para los autores podría desencadenar una reforma del derecho de autor y sentar un precedente para futuros casos de derechos de autor de IA. El resultado tendrá un impacto significativo en el futuro del desarrollo de la IA y la legislación sobre derechos de autor.
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