El fundador de Larian Studios, Swen Vincke, ha opinado sobre el debate en curso en torno a la inteligencia artificial generativa en el desarrollo de videojuegos, argumentando que los estudios que dependen excesivamente de estas herramientas no obtendrán una ventaja competitiva. A pesar de que la propia Larian utiliza la IA para tareas como la creación de prototipos y la asistencia en animación, Vincke cree que el toque humano sigue siendo esencial para crear juegos verdaderamente especiales.
Swen Vincke, el fundador de Larian Studios, cree que los estudios que dependen demasiado de la IA para el desarrollo de juegos no obtendrán una ventaja competitiva. Argumenta que las herramientas de IA generativa, aunque útiles, se volverán comunes, y el verdadero diferenciador será el “toque humano” y la artesanía.
La perspectiva de Vincke proviene de las propias experiencias de Larian. El estudio, conocido por sus juegos meticulosamente hechos a mano, ha adoptado la IA para tareas específicas. Por ejemplo, utilizan la IA para automatizar procesos tediosos como la limpieza de la captura de movimiento y la edición de voz. Además, emplean la IA para el “retargeting”, un proceso que ajusta las animaciones para diferentes modelos de personajes, ahorrando a los animadores una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo. Esto demuestra que Larian reconoce la utilidad de la IA para optimizar los flujos de trabajo, pero no para reemplazar la creatividad humana.
Otra área clave donde Larian utiliza la IA es en el “whiteboxing”, la fase de prototipado del desarrollo del juego. Vincke explica que el uso de IA generativa para poblar los niveles durante el whiteboxing permite a los diseñadores tener una mejor idea del entorno del juego y de cómo se desarrollarán las situaciones. Los entornos generados por IA ayudan a crear una experiencia más inmersiva durante la fase de prueba e ideación, lo que permite a los desarrolladores evaluar el potencial del juego de manera más efectiva. Sin embargo, es crucial señalar que estos elementos generados por IA no están destinados al producto final; sirven como una herramienta temporal para la etapa de prototipado.
Además, Larian está experimentando con la “validación narrativa”, un sistema asistido por IA diseñado para ayudar a los escritores a identificar inconsistencias en sus guiones. Esta herramienta, aún en desarrollo, tiene como objetivo señalar los agujeros en la trama y las imprecisiones en las vastas y complejas narrativas de sus juegos. Esto muestra el interés de Larian en aprovechar la IA para mejorar la calidad de sus juegos, pero no para reemplazar a los escritores humanos que crean la narrativa central.
El punto de vista de Vincke contrasta con el enfoque de los estudios que están invirtiendo fuertemente en contenido generado por IA. Cree que centrarse únicamente en la creación de juegos impulsada por la IA es un error. Afirma que a medida que las herramientas de IA se vuelvan más accesibles, la calidad base de los juegos aumentará, pero la verdadera ventaja competitiva vendrá de la visión creativa y la artesanía únicas que los desarrolladores humanos aportan.
El autor del artículo se hace eco de los sentimientos de Vincke, destacando las aplicaciones prácticas de la IA en el desarrollo de juegos. Señala que la IA se utiliza a menudo para tareas mundanas, como cambiar el tamaño del equipo para diferentes modelos de personajes en World of Warcraft. Esto ilustra que la IA puede ser una herramienta valiosa para mejorar la eficiencia y optimizar el desarrollo, pero no es un reemplazo de la creatividad humana.
El autor enfatiza además la importancia del “toque humano” en la creación de juegos convincentes. Argumenta que si bien la IA puede ser útil, la clave para hacer un juego que resuene con los jugadores es la perspectiva única y la visión artística de los desarrolladores humanos. Esto se alinea con la creencia de Vincke de que el elemento humano será el factor definitorio en el futuro del desarrollo de juegos.
Swen Vincke de Larian opina que los estudios que dependan excesivamente de la IA generativa no obtendrán ventaja competitiva, ya que estas herramientas serán universalmente accesibles. Destaca la continua importancia de la artesanía y la creatividad humanas, sugiriendo que la IA servirá para agilizar tareas tediosas y ayudar en la creación de prototipos, no para reemplazar el arte humano. En última instancia, el toque humano sigue siendo el factor clave para crear juegos atractivos.
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