Category: Technological Geopolitics

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  • Trump da marcha atrás: Aranceles tecnológicos, a pesar de exenciones recientes

    Estados Unidos y China están envueltos en una prolongada guerra comercial, caracterizada por la escalada de aranceles y medidas de represalia. Recientemente, Estados Unidos eximió brevemente ciertos productos electrónicos como teléfonos inteligentes y computadoras portátiles de los aranceles de importación sobre China, lo que generó un optimismo cauteloso en los mercados. Sin embargo, este respiro parece ser de corta duración, ya que el expresidente Donald Trump ha señalado un cambio hacia aranceles más estrictos, particularmente dirigidos al sector de semiconductores y a la cadena de suministro de electrónica en general, lo que podría revertir el reciente cambio de política.

    Inicialmente, la Casa Blanca anunció la exclusión de ciertos productos electrónicos de los altos aranceles recíprocos sobre China, una medida que se esperaba que impactara positivamente en los mercados de valores estadounidenses. Específicamente, las acciones de empresas como Apple y el fabricante de chips Nvidia estaban a punto de aumentar después de que los aranceles sobre sus productos con destino a Estados Unidos se levantaran temporalmente durante 90 días. Este anuncio inicial sugirió una posible relajación de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

    Sin embargo, este aparente respiro resultó ser de corta duración, ya que altos funcionarios estadounidenses, incluido Donald Trump, aclararon rápidamente la situación. Trump, en una publicación en redes sociales, afirmó que no había una verdadera “excepción” a los aranceles. Declaró que estos productos aún estarían sujetos a los aranceles existentes, aunque potencialmente bajo una categorización diferente. Esta aclaración inmediata señaló una continuación de la postura comercial agresiva contra China.

    Además, la publicación de Trump prometió una investigación comercial de seguridad nacional sobre el sector de los semiconductores y la cadena de suministro de electrónica en general. Enfatizó su intención de evitar que Estados Unidos fuera “tomado como rehén” por otros países, particularmente China. Esto indica un enfoque más profundo y estratégico de la política comercial, que va más allá de los simples aranceles recíprocos para abordar las vulnerabilidades percibidas de la seguridad nacional.

    En respuesta a la exención inicial, el Ministerio de Comercio de China consideró la medida como un pequeño paso hacia la corrección de la “práctica unilateral errónea” de Estados Unidos de imponer aranceles recíprocos. Insistieron en la cancelación completa de todo el régimen arancelario. Zhang Li, presidente del Centro Chino para el Desarrollo de la Industria de la Información, destacó la importancia de China para las principales empresas tecnológicas estadounidenses, enfatizando su dependencia de China para la fabricación y la innovación. Esta perspectiva subraya el importante papel de China en la cadena de suministro mundial de electrónica y su influencia en la disputa comercial.

    A pesar del optimismo inicial del mercado, el secretario de Comercio de Trump, Howard Lutnick, enfrió rápidamente las expectativas. Declaró que los productos tecnológicos críticos de China, incluidos los teléfonos inteligentes y las computadoras, enfrentarían nuevos aranceles, incluidos los semiconductores, en los próximos dos meses. Estos nuevos aranceles serían independientes de los aranceles recíprocos. Lutnick predijo que estos gravámenes fomentarían la producción de estos productos dentro de Estados Unidos.

    Los comentarios de Lutnick aclararon que la exención de los aranceles recíprocos era simplemente un cambio, no una eliminación, de las barreras comerciales. Explicó que los nuevos aranceles se centrarían en las preocupaciones de seguridad nacional, con el objetivo de devolver la producción de estos productos a Estados Unidos. Este cambio de estrategia destaca la naturaleza cambiante de la guerra comercial y el enfoque de Estados Unidos en asegurar sus capacidades de fabricación nacionales.

    La actual guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha caracterizado por un juego de estrategia al límite que se mueve rápidamente. Los intercambios de represalias han resultado en aumentos significativos de los aranceles, con gravámenes estadounidenses sobre China que alcanzan el 145% y China respondiendo con un gravamen del 125% sobre las importaciones estadounidenses. El líder de China, Xi Jinping, ha declarado que el proteccionismo “no lleva a ninguna parte” y que una guerra comercial no tendría “ganadores”.

    La respuesta de China a la escalada de los aranceles ha incluido una declaración de que ignorarían cualquier aumento futuro de los aranceles por parte de Trump, citando los ya altos niveles como limitantes de la aceptación del mercado para los productos estadounidenses. Además, la agencia de Aduanas de China enfatizó la amplia demanda interna del país y sus esfuerzos por construir un mercado diversificado, lo que indica su resiliencia frente a los desafíos comerciales.

    El enfoque impredecible de Trump hacia los aranceles ha causado una volatilidad significativa en el mercado de valores estadounidense. El índice Standard & Poor’s 500 ha caído más del 10% desde que Trump asumió el cargo. Sus abruptas reversiones de políticas, incluidos los anuncios iniciales de aranceles seguidos de pausas y exclusiones, han enviado ondas de choque a través de la economía estadounidense.

    Las consecuencias económicas de las políticas arancelarias de Trump han sido sustanciales. Los inversores han reaccionado deshaciéndose de los bonos del gobierno, el dólar ha disminuido y la confianza del consumidor se ha desplomado. Esta incertidumbre económica subraya el impacto disruptivo de la guerra comercial en la economía estadounidense.

    La senadora estadounidense Elizabeth Warren criticó la última revisión del plan arancelario de Trump, advirtiendo que podría impactar negativamente el crecimiento económico y alimentar la inflación. Caracterizó la situación como “caos y corrupción”, lo que refleja la incertidumbre y las posibles consecuencias negativas de las políticas comerciales en constante cambio.

    En el contexto de la escalada de la guerra comercial, China ha estado buscando activamente fortalecer sus lazos con los países vecinos. La visita de Xi Jinping a Vietnam, como parte de una gira por el sudeste asiático, es una clara indicación de los esfuerzos de China por construir alianzas y diversificar sus relaciones económicas.

    La reciente exención estadounidense de aranceles a la importación de productos electrónicos chinos es temporal. Trump ha indicado nuevos aranceles, especialmente sobre semiconductores, en uno o dos meses. Este cambio, junto con la escalada de aranceles y la incertidumbre económica, resalta la volatilidad de la guerra comercial y su potencial disruptivo, generando preocupación por el crecimiento económico y la inflación. La situación subraya la necesidad de un marco comercial más estable y predecible para mitigar los riesgos económicos globales.

  • Meta, acusada de ceder a China en valores EEUU

    Esta semana, la exdirectora de Meta, Sarah Wynn-Williams, entregó un testimonio explosivo al Comité Judicial del Senado, acusando al gigante tecnológico de priorizar la expansión comercial en China sobre los valores estadounidenses y la seguridad nacional. Sus acusaciones detallan un patrón de colaboración con el Partido Comunista Chino (PCCh), incluyendo el desarrollo de herramientas de censura y el intercambio de datos de usuarios, reavivando el escrutinio de las operaciones globales de Meta y su relación con regímenes autoritarios.

    La ex directora de Meta, Sarah Wynn-Williams, ofreció un testimonio explosivo ante el Comité Judicial del Senado, acusando al gigante tecnológico de priorizar sus intereses comerciales en China por encima de los valores estadounidenses y la seguridad nacional. Este testimonio ha encendido una tormenta de escrutinio, particularmente en lo que respecta a la supuesta colaboración de Meta con el Partido Comunista Chino (PCCh).

    Wynn-Williams, quien se desempeñó como Directora de Política Pública Global de Facebook de 2011 a 2017, presentó un retrato condenatorio de los esfuerzos de Meta por penetrar el lucrativo mercado chino. Alegó que los ejecutivos de Meta engañaron a varias partes interesadas, incluidos empleados, accionistas, el Congreso y el público, sobre sus actividades dentro de China. Por ejemplo, afirmó que Meta comenzó a ofrecer productos en China ya en 2014 y que informó a los funcionarios del PCCh sobre tecnologías emergentes como la inteligencia artificial en 2015.

    Para ilustrar aún más el alcance de la supuesta colaboración de Meta, Wynn-Williams vinculó estas sesiones informativas con informes recientes que indican que instituciones vinculadas al Ejército Popular de Liberación han utilizado el modelo de IA de Meta, Llama, con fines militares. Además, hizo referencia a documentos internos donde Meta presentó sus servicios a China para “aumentar la influencia global y promover el Sueño Chino”. Esto, argumentó, era parte de una “misión secreta” para construir un cable submarino entre China y Estados Unidos, un plan que solo se detuvo después de la intervención del Congreso.

    Sin embargo, Meta ha negado vehementemente estas acusaciones. El portavoz Andy Stone desestimó las afirmaciones de Wynn-Williams como “desconectadas de la realidad”, reconociendo solo que la compañía exploró la posibilidad de entrar en el mercado chino hace más de una década. Enfatizó que Meta actualmente no opera servicios en China. Stone también acusó a Wynn-Williams de revivir acusaciones obsoletas y falsas de su libro de memorias más vendido, *Careless People: A Cautionary Tale of Power, Greed, and Lost Idealism*.

    La controversia en torno al testimonio de Wynn-Williams se ha complicado aún más por los intentos de Meta de impedir que promocione su libro, citando una cláusula de no difamación en su acuerdo de separación. A pesar de estos desafíos legales, *Careless People* ha ganado una tracción significativa, escalando las listas de bestsellers y recibiendo elogios por su examen crítico de la cultura corporativa de Meta. Wynn-Williams, desafiando una orden de un árbitro, enfrenta posibles sanciones financieras por hablar públicamente sobre Meta.

    Los senadores de ambos partidos expresaron serias preocupaciones con respecto a las revelaciones de Wynn-Williams. El senador Josh Hawley cuestionó el compromiso de Mark Zuckerberg con la libertad de expresión, particularmente a la luz de estas revelaciones. Declaró: “No confío en esta última reinvención en absoluto”, haciendo referencia a la reciente retórica de Zuckerberg sobre la defensa de la libre expresión.

    El senador Chuck Grassley se hizo eco de estas preocupaciones, calificando las acusaciones de “muy preocupantes” y acusando a Meta de “extender la alfombra roja” al PCCh. Un ejemplo particularmente impactante citado por Wynn-Williams involucró a Meta supuestamente restringiendo la cuenta de Guo Wengui, un destacado crítico de Beijing, en 2017, tras la presión de los reguladores chinos. Las notas internas de ese momento reconocieron la presión, afirmando que era necesaria una acción “para obtener la cooperación del partido”. Wynn-Williams contradijo directamente la declaración anterior del entonces asesor general de Meta, Colin Stretch, de que las políticas de la empresa llevaron a la decisión, calificándola de mentira.

    Wynn-Williams también testificó que Mark Zuckerberg estuvo profundamente involucrado en los esfuerzos por entrar en el mercado chino. Declaró: “Este fue un proyecto diferente a cualquier otro… fue liderado de manera tan central por Mark Zuckerberg”. Su denuncia presentada ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) detalló el desarrollo por parte de Meta de un sistema de censura para China, con el nombre en código “Proyecto Aldrin”. Este plan incluía el nombramiento de un “editor en jefe” para suprimir contenido durante los disturbios sociales y proporcionar a los funcionarios del PCCh acceso a los datos de los usuarios.

    Aunque Meta abandonó oficialmente sus ambiciones en China en 2019, Wynn-Williams argumentó que el país sigue siendo una fuente de ingresos significativa para la empresa. Citó documentos de la SEC que muestran que los ingresos de los anunciantes chinos totalizaron $18.35 mil millones en 2024, más del doble de las finanzas de 2022. Esto sugiere que, incluso sin operaciones directas en China, los intereses financieros de Meta todavía están profundamente entrelazados con el país.

    En su declaración final, Wynn-Williams instó al Congreso a responsabilizar a Meta por lo que describió como años de engaño y complicidad con regímenes autoritarios. Declaró: “Meta ha estado dispuesta a comprometer sus valores, sacrificar la seguridad de sus usuarios y socavar los intereses estadounidenses para construir su negocio en China. Ha estado sucediendo durante años, encubierto por mentiras, y continúa hasta el día de hoy”.

    El testimonio de Sarah Wynn-Williams acusa a Meta de priorizar la expansión en el mercado chino, colaborando con el PCCh en herramientas de censura, acceso a datos y posiblemente en aplicaciones militares de IA, acciones supuestamente ocultas al público y a los accionistas. A pesar de las negativas y amenazas legales de Meta, los senadores expresaron serias preocupaciones, señalando posibles compromisos de los valores estadounidenses y la seguridad nacional. Las revelaciones exigen una supervisión congresional rigurosa para asegurar que los gigantes tecnológicos prioricen la conducta ética y la seguridad del usuario sobre la ambición global descontrolada.

  • Trump Revoca Exención Arancelaria: Giro Político

    Tras un anuncio confuso de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump y su administración han retrocedido en una supuesta exención arancelaria sobre la importación de productos electrónicos. La noticia inicial sugería que los teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y otros dispositivos estarían exentos de aranceles, pero declaraciones posteriores de Trump, el Representante Comercial de EE. UU. Jamieson Greer y el Secretario de Comercio Howard Lutnick indican un cambio en la política centrado en la relocalización de la fabricación de semiconductores y electrónica a los Estados Unidos.

    El presidente Donald Trump y su administración han creado confusión e incertidumbre con respecto a los aranceles sobre la electrónica importada, particularmente aquella proveniente de China. Este cambio en la política ha causado consternación entre las empresas y los economistas por igual.

    Inicialmente, el viernes, hubo un anuncio que sugería exenciones arancelarias para la electrónica importada. Sin embargo, esto fue rápidamente retractado por Trump y otros funcionarios de la Casa Blanca. Trump, en una publicación en Truth Social, negó directamente el anuncio, afirmando: “NADIE se está ‘librando’ de los desfavorables Balances Comerciales… que otros países han usado contra nosotros, especialmente China”. Esto contradijo inmediatamente la comunicación anterior de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.

    Posteriormente, el Representante Comercial de EE. UU., Jamieson Greer, intentó aclarar la situación, sugiriendo que el problema no era una exención sino más bien un cambio en el régimen arancelario. Afirmó que los semiconductores y la cadena de suministro de electrónica downstream “simplemente estarán bajo un régimen diferente. Está cambiando de un grupo de aranceles a un grupo diferente de aranceles potenciales”. Esto indica un movimiento hacia aranceles centrados en la seguridad nacional.

    Sin embargo, el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, complicó aún más las cosas al afirmar que cualquier exención sería temporal. Indicó que la electrónica se incluiría en los aranceles sobre semiconductores, probablemente dentro de un mes o dos. Lutnick enfatizó la necesidad de trasladar la fabricación a territorio nacional por razones de seguridad nacional, agregando: “No podemos depender y confiar en países extranjeros para cosas fundamentales que necesitamos”.

    Las declaraciones contradictorias de Trump, Greer y Lutnick han creado un entorno volátil para las empresas. Esta incertidumbre se ve agravada por la historia de Trump de cambiar las políticas arancelarias. Anunció “aranceles recíprocos” el 2 de abril, a los que denominó “Día de la Liberación”. Sin embargo, luego implementó una pausa de 90 días en estos aranceles, dejando un arancel básico del 10% en la mayoría de los países. Cabe destacar que los aranceles sobre China se mantienen en el 145%.

    La falta de claridad y consistencia ha suscitado críticas de varios sectores. Los líderes empresariales y los economistas han expresado su preocupación por el impacto en la inversión y la planificación.

    Por ejemplo, el corresponsal de Fox Business, Charles Gasparino, informó en X que los directores ejecutivos e inversores describieron las políticas arancelarias de Trump como “un espectáculo triste, aterrador y, a veces, tonto”. Anthony Scaramucci, ex Director de Comunicaciones de la Casa Blanca, también intervino en X, escribiendo: “Así que Lutnick dice que estamos zigzagueando en los aranceles de electrónica y tecnología… Es aceptable admitir en este momento que no tienen idea de lo que están haciendo”.

    Además, Dean Baker, economista del Centro de Investigación Económica y Política, destacó la importancia de la certeza en la política industrial. Declaró: “Esto es realmente alucinante. Si esto fuera una política industrial seria, lo principal que se quiere es certeza: ‘Aquí está el arancel, estará vigente indefinidamente y debe planificar en consecuencia’. Aquí, es básicamente: ‘Vuelva la semana que viene y vea lo que tenemos’. Esa no es forma de dirigir una economía”.

    El impacto potencial en las principales empresas tecnológicas, como Apple, que fabrica muchos productos en el extranjero, es significativo. El anuncio inicial de exención habría sido beneficioso para estas empresas. Sin embargo, la reversión y el movimiento hacia aranceles centrados en la seguridad nacional sugieren un impulso para trasladar la fabricación a territorio nacional dentro de los Estados Unidos. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que “Estas empresas se están esforzando por trasladar su fabricación a los Estados Unidos lo antes posible”. También señaló que Trump ha asegurado inversiones significativas de las principales empresas tecnológicas, incluidas Apple y Nvidia.

    La repentina noticia de exenciones arancelarias en electrónica importada fue rápidamente desmentida por el Presidente Trump y funcionarios de la Casa Blanca, quienes aclararon que tales exenciones no existen y que se está llevando a cabo una revisión de toda la cadena de suministro de electrónica. Si bien algunos funcionarios sugirieron una medida temporal, el mensaje general enfatiza la relocalización de la manufactura en EE. UU. e imponer aranceles, particularmente a China, para promover el crecimiento del empleo doméstico y la seguridad nacional. Este cambio de política ha sido criticado por líderes empresariales y economistas, quienes citan falta de claridad y previsibilidad, obstaculizando la planificación económica. La naturaleza cambiante de las políticas comerciales de Trump subraya la necesidad de que las empresas se mantengan ágiles y adaptables en un panorama global volátil.

  • EE. UU. y Arabia Saudita: Alianza Energética, Incluido Acuerdo Nuclear

    Estados Unidos y Arabia Saudita están a punto de profundizar su asociación energética, habiendo acordado recientemente un Memorando de Entendimiento (MOU) preliminar sobre cooperación energética. Este acuerdo, anunciado por el Secretario de Energía de EE. UU., Chris Wright, durante una visita a Riad, incluye un enfoque en la tecnología nuclear civil y señala una posible vía para que EE. UU. asista a Arabia Saudita en el desarrollo de su programa nuclear civil como parte del plan Visión 2030 del reino para diversificar sus fuentes de energía y reducir las emisiones de carbono.

    Estados Unidos y Arabia Saudita están a punto de solidificar su asociación energética a través de un acuerdo preliminar, lo que indica un paso significativo hacia la colaboración en varios sectores energéticos, incluida la tecnología nuclear civil. Este acuerdo, anunciado por el Secretario de Energía de EE. UU., Chris Wright, en Riad, subraya la creciente importancia de la cooperación energética entre las dos naciones.

    Específicamente, el acuerdo tomará la forma de un Memorando de Entendimiento (MOU). Ben Dietderich, secretario de prensa del Secretario Wright y portavoz del DOE, aclaró que el MOU no es vinculante y no implica compromisos financieros. En cambio, sirve como marco para identificar áreas de interés mutuo en todos los campos de la energía, con el objetivo de avanzar en los objetivos estratégicos compartidos.

    Además, el acuerdo allana el camino para una posible cooperación en el ámbito de la energía nuclear. El Secretario Wright reveló que se darían a conocer más detalles sobre la colaboración nuclear más adelante en el año. Este anuncio destaca el interés de EE. UU. en apoyar los ambiciosos planes de Arabia Saudita para desarrollar un programa nuclear civil, un componente clave de la revisión económica Visión 2030 del Reino.

    De hecho, Estados Unidos y Arabia Saudita están en un “camino” para llegar a un acuerdo integral para el desarrollo de un programa nuclear civil saudí, según informó Reuters. El Sr. Wright enfatizó la necesidad de un “acuerdo 123” para la participación de EE. UU. en el proyecto, refiriéndose a la Sección 123 de la Ley de Energía Atómica de EE. UU. de 1954. Esta sección describe los criterios de no proliferación que Arabia Saudita debe cumplir, asegurando el uso responsable de la tecnología nuclear y previniendo el desarrollo de armas nucleares.

    Arabia Saudita, el principal exportador de petróleo del mundo, está buscando activamente la diversificación de sus fuentes de energía, con un fuerte enfoque en las energías renovables y la reducción de las emisiones de carbono. El Reino tiene como objetivo alcanzar 17 gigavatios de capacidad nuclear para 2040 y poner en funcionamiento dos reactores en la próxima década, con una capacidad combinada de 3,2 gigavatios. Este ambicioso plan subraya la importancia estratégica de la energía nuclear en la combinación energética de Arabia Saudita.

    El anuncio del acuerdo preliminar se produjo durante el primer viaje internacional del Secretario Wright como Secretario de Energía. Su visita a Riad siguió a una parada en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde enfatizó la importancia de los EAU, Arabia Saudita y Qatar como socios clave para satisfacer las crecientes demandas energéticas de EE. UU., particularmente las impulsadas por los avances tecnológicos.

    Durante su visita a los EAU, el Secretario Wright anticipó una importante inversión emiratí en el sector energético estadounidense. Esto indica una tendencia más amplia de mayor cooperación e inversión energética entre EE. UU. y sus socios clave en Oriente Medio. Se espera que el Secretario Wright continúe su gira por la región durante aproximadamente dos semanas, con una parada en Qatar planeada después de sus visitas a los EAU y Arabia Saudita.

    El momento de la visita del Secretario Wright también es notable, ya que se espera que el presidente de EE. UU., Donald Trump, visite Oriente Medio el próximo mes. Esto sugiere un esfuerzo concertado para fortalecer las relaciones entre EE. UU. y Oriente Medio y solidificar las asociaciones energéticas, particularmente a la luz del cambiante panorama energético mundial.

    Estados Unidos y Arabia Saudita firmarán un memorando de entendimiento sobre cooperación energética, incluyendo un posible acuerdo de tecnología nuclear civil. EE. UU. indica que un acuerdo 123 facilitaría su participación en el programa nuclear civil saudí, en línea con la Visión 2030 de Arabia Saudita. Se revelarán más detalles sobre la cooperación nuclear este año, después de la gira regional del Secretario Wright, que también incluyó a los Emiratos Árabes Unidos y continuará en Qatar. Estas crecientes asociaciones energéticas en Oriente Medio señalan una reconfiguración de la dinámica energética global, lo cual es crucial para anticipar futuros escenarios geopolíticos.

  • Meta: Denuncia de Colusión con China en Censura

    Una exempleada de Meta (anteriormente Facebook), Sarah Wynn-Williams, testificó ante un subcomité del Senado el miércoles, alegando que la empresa de redes sociales colaboró estrechamente con el gobierno chino para censurar contenido en sus plataformas. Este testimonio, junto con el creciente escrutinio de la influencia y los avances tecnológicos de China, ha reavivado el debate sobre las prácticas comerciales de Meta y su relación con un importante rival geopolítico.

    La denunciante de Meta, Sarah Wynn-Williams, testificó ante un subcomité del Senado, alegando que Facebook, ahora Meta, colaboró extensamente con el gobierno chino para censurar contenido y socavar la seguridad nacional de Estados Unidos. Su testimonio pinta un panorama de una empresa que prioriza sus intereses comerciales en China por encima de los valores y las preocupaciones de seguridad estadounidenses.

    Wynn-Williams, quien se desempeñó como directora de Política Pública Global en Meta durante casi siete años, afirmó que la empresa trabajó “mano a mano” con el gobierno chino. Afirmó que Meta proporcionó “herramientas de censura hechas a medida” al Partido Comunista Chino. Por ejemplo, citó la eliminación de un disidente chino que vivía en Estados Unidos de Facebook en 2017, supuestamente debido a la presión de funcionarios chinos. Si bien Facebook afirmó que la acción se debió a la divulgación de información personal, el testimonio de Wynn-Williams sugiere una motivación más siniestra.

    Además, Wynn-Williams describió el uso de un “contador de viralidad” que marcaba las publicaciones con más de 10,000 vistas para su revisión por un “editor en jefe”, una práctica que el senador Blumenthal describió como “orwelliana”. Estos contadores se utilizaron no solo en China continental, sino también en Hong Kong y Taiwán, lo que indica una estrategia de censura más amplia. Este sistema permitió a Meta identificar de forma proactiva y potencialmente suprimir contenido considerado indeseable por el gobierno chino, censurando efectivamente la información antes de que pudiera llegar a un público más amplio.

    Más allá de la censura, Wynn-Williams alegó que los funcionarios chinos podrían acceder a los datos de los usuarios estadounidenses. Cuando los ingenieros de Meta plantearon preocupaciones sobre la seguridad de los datos, testificó que la dirección de Meta, incluido Mark Zuckerberg, se mostró indiferente. Esta indiferencia ante la seguridad de los datos plantea serias dudas sobre el compromiso de la empresa de proteger la privacidad de los usuarios y la seguridad nacional de Estados Unidos.

    La denunciante también destacó la participación personal de Mark Zuckerberg en la relación de Meta con China. Testificó que Zuckerberg estaba “personalmente involucrado” en la relación comercial, comprometiéndose a aprender mandarín y teniendo sesiones semanales de mandarín con los empleados. Esta inversión personal sugiere un fuerte deseo de cultivar una relación favorable con el gobierno chino, potencialmente a expensas de consideraciones éticas.

    Wynn-Williams alegó además que el modelo de inteligencia artificial de Meta, “Llama”, se utilizó para ayudar a DeepSeek, una empresa china de IA. El modelo de IA de DeepSeek ganó una atención significativa a principios de este año por su competitividad con ChatGPT de OpenAI a un costo menor. Esta colaboración genera preocupaciones sobre la transferencia de tecnología sensible y la posibilidad de que China obtenga una ventaja estratégica en el campo de la inteligencia artificial.

    En respuesta al testimonio de Wynn-Williams, un portavoz de Meta desestimó las afirmaciones como “divorciadas de la realidad y plagadas de afirmaciones falsas”. Enfatizaron que Meta no opera sus servicios en China hoy en día, a pesar del interés pasado de Zuckerberg en hacerlo. Sin embargo, esta declaración no aborda las acusaciones específicas de herramientas de censura, acceso a datos y colaboración en IA.

    La audiencia del Senado, dirigida por el senador republicano Josh Hawley, refleja una creciente preocupación en Washington sobre la influencia de China y la posibilidad de que las empresas estadounidenses se vean comprometidas. Hawley, quien preside el Subcomité Judicial del Senado sobre Delitos y Antiterrorismo, ha solicitado el testimonio de Zuckerberg ante el subcomité. Esta investigación se alinea con la tendencia más amplia de una mayor escrutinio de las actividades de China, incluidos los aranceles aumentados de la administración Trump y los esfuerzos en curso para abordar las preocupaciones de seguridad en torno a TikTok. La Cámara de Representantes también creó el Comité Selecto sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino para investigar el desafío de China al poder global estadounidense.

    La exempleada de Meta, Sarah Wynn-Williams, testificó que Facebook, bajo el liderazgo de Mark Zuckerberg, colaboró con el gobierno chino para censurar contenido, comprometiendo potencialmente la seguridad nacional de EE. UU. y los datos de usuarios estadounidenses. Las acusaciones incluyen la provisión de herramientas de censura, la supresión de la disidencia y la ayuda a la empresa china de IA DeepSeek. Meta niega las acusaciones, calificándolas de “divorciadas de la realidad”, mientras Washington intensifica el escrutinio de la influencia china. Es crucial una mayor investigación sobre los tratos de Meta con China para salvaguardar los intereses estadounidenses y defender los valores democráticos.

  • Datos del IRS en Riesgo? Palantir y DOGE de Musk Crean API Masiva

    Este artículo revela una preocupante colaboración entre el IRS (Servicio de Impuestos Internos de EE. UU.), el recién formado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk, y la empresa de software Palantir, para construir una “mega API” centralizada para acceder a registros sensibles del IRS. El proyecto, iniciado con un reciente “hackathon”, tiene como objetivo consolidar los datos del IRS y podría otorgar un amplio acceso a la información de los contribuyentes.

    Palantir, la empresa de software cofundada por Peter Thiel, estaría involucrada en un proyecto encabezado por el “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE) de Elon Musk para crear una “mega API” para acceder a los registros del Servicio de Impuestos Internos (IRS), según fuentes que hablaron con WIRED. Esta iniciativa ha generado preocupación sobre la seguridad de los datos y la centralización de información confidencial de los contribuyentes.

    Durante los últimos tres días, representantes de DOGE, junto con representantes de Palantir y docenas de ingenieros del IRS, han estado colaborando para construir una única capa API sobre todas las bases de datos del IRS. Este esfuerzo fue descrito previamente como un “hackathon” por fuentes de WIRED. Representantes de Palantir estuvieron presentes en el evento esta semana, según una fuente con conocimiento directo.

    El propósito de la API es permitir que diferentes aplicaciones intercambien datos. Esto podría facilitar potencialmente el movimiento de datos del IRS a la nube y permitir el acceso desde allí. DOGE ha expresado interés en que el proyecto de la API abarque potencialmente todos los datos del IRS, incluidos nombres de contribuyentes, direcciones, números de seguridad social, declaraciones de impuestos y datos de empleo. Además, la capa API del IRS podría permitir comparaciones entre los datos del IRS y conjuntos de datos interoperables de otras agencias gubernamentales.

    Si el proyecto se completa, DOGE tiene la intención de que el software Foundry de Palantir se convierta en el “centro de lectura de todos los sistemas del IRS”, según una fuente con conocimiento directo. Esto significaría que cualquier persona con acceso podría ver y potencialmente alterar todos los datos del IRS en una ubicación centralizada. El artículo no especifica quién tendría acceso a este sistema.

    Foundry es una plataforma de Palantir que puede organizar, construir aplicaciones y ejecutar modelos de IA en los datos subyacentes. Una vez que los datos están estructurados, la capa de “ontología” de Foundry puede generar API para conexiones más rápidas y modelos de aprendizaje automático. Esto permitiría a los usuarios consultar rápidamente el software utilizando inteligencia artificial para clasificar los datos de la agencia, lo que requeriría que el sistema de IA tenga acceso a esta información confidencial.

    Los ingenieros que trabajan en el proyecto de la API confían en poder completarlo en 30 días, según una fuente con conocimiento directo. Este plazo rápido subraya la urgencia y la ambición del proyecto.

    Palantir tiene un historial de asegurar importantes contratos gubernamentales. La empresa desarrolla y mantiene varias herramientas de software para empresas y entidades gubernamentales, incluyendo Foundry y Gotham, una herramienta de análisis de datos utilizada principalmente en defensa e inteligencia. El CEO de Palantir, Alex Karp, se refirió recientemente a la “disrupción” de las iniciativas de reducción de costos de DOGE y declaró: “Lo que sea bueno para Estados Unidos será bueno para los estadounidenses y muy bueno para Palantir”. Además, ex empleados de Palantir han asumido roles clave de TI gubernamental y DOGE en los últimos meses, lo que podría facilitar la participación de la empresa en este proyecto.

    El Departamento del Tesoro no respondió a una solicitud de comentarios que confirmara el papel de Palantir en el proyecto. Sin embargo, un portavoz del Tesoro dijo a WIRED que el departamento se complace en haber reunido a un equipo de talentosos ingenieros del IRS para optimizar los sistemas del IRS y crear servicios eficientes. El portavoz caracterizó el evento de la semana como el Lanzamiento de la Hoja de Ruta del IRS, un seminario de varias sesiones de estrategia.

    El proyecto está liderado por Sam Corcos, un CEO de tecnología de la salud y ex ingeniero de SpaceX, con el objetivo declarado de hacer que los sistemas del IRS sean más “eficientes”, según fuentes del IRS. Corcos ha discutido la posibilidad de pausar el trabajo de ingeniería y cancelar los contratos actuales para modernizar los sistemas informáticos de la agencia, según fuentes con conocimiento directo. También ha hablado públicamente sobre estos recortes, afirmando que se han recortado unos 1.500 millones de dólares del presupuesto de modernización. Corcos también es asesor especial del Secretario del Tesoro, Scott Bessent.

    Este esfuerzo de consolidación se alinea con una reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump que ordena a las agencias gubernamentales eliminar los “silos de información”. Si bien el supuesto objetivo es combatir el fraude y el despilfarro, los críticos argumentan que también podría poner en riesgo los datos personales confidenciales al centralizarlos. La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno está investigando actualmente el manejo de datos confidenciales por parte de DOGE en el Tesoro, así como en los Departamentos de Trabajo, Educación, Seguridad Nacional y Salud y Servicios Humanos, informó WIRED el miércoles. Esta investigación destaca las preocupaciones en torno a la centralización de datos confidenciales y los riesgos potenciales asociados con ella.

    El artículo revela una preocupante colaboración entre Palantir, la iniciativa DOGE de Elon Musk y el IRS para construir una “mega API” que otorgaría acceso potencialmente amplio a datos sensibles de contribuyentes. Este proyecto, liderado por el ex ingeniero de SpaceX Sam Corcos, busca centralizar los datos del IRS en el software Foundry de Palantir, lo que plantea serias dudas sobre la seguridad de los datos, el control de acceso y el potencial de uso indebido, especialmente dadas las investigaciones en curso de la GAO sobre las prácticas de manejo de datos de DOGE.

    Es crucial investigar más a fondo las implicaciones del acceso centralizado a los datos gubernamentales para salvaguardar la privacidad individual y garantizar una implementación tecnológica responsable.

  • Aranceles de Trump: Caos en la cadena de suministro tecnológico

    Las recientes tarifas de importación introducidas por Donald Trump están causando una interrupción significativa en el negocio de la tecnología. Estas tarifas, que ahora alcanzan hasta el 145% contra China, están impactando a los principales fabricantes de computadoras portátiles, proveedores de componentes y minoristas en línea, lo que lleva a retrasos en los envíos, aumentos de precios y cancelaciones de ventas en el mercado estadounidense.

    La industria tecnológica se tambalea por el impacto inicial de los aranceles de importación implementados por Donald Trump, lo que ha provocado importantes interrupciones en la cadena de suministro y la dinámica del mercado. Según fuentes de la industria, estos aranceles han desencadenado una ola de ajustes y cambios estratégicos entre los principales actores del sector tecnológico.

    Específicamente, varios fabricantes de portátiles prominentes están retrasando los envíos a Estados Unidos. Citando un informe del Commercial Times, Lenovo, Dell y HP, entre otros, están deteniendo los envíos de nuevos dispositivos durante al menos dos semanas. Esta pausa refleja las consecuencias inmediatas de los aranceles en el flujo de bienes y las estrategias operativas de estas empresas.

    El impacto de estos aranceles se extiende más allá de los fabricantes de portátiles, afectando a un amplio espectro de empresas de tecnología y electrónica de consumo. Si bien el presidente de Estados Unidos detuvo recientemente la mayoría de los gravámenes adicionales durante 90 días, un arancel global de referencia del 10 por ciento sigue vigente. Además, los aranceles contra China han alcanzado un asombroso 145 por ciento, según fuentes de la Casa Blanca. Estos altos aranceles están creando un entorno desafiante para las empresas que operan en el mercado estadounidense.

    Los efectos de los aranceles también son visibles en las decisiones de empresas específicas. Razer y Framework ya han decidido suspender las ventas en Estados Unidos y cancelar los pedidos anticipados de nuevos portátiles. Además, Micron está aumentando los precios de los SSD y otros productos de memoria. Los vendedores chinos en Amazon también están sintiendo el pellizco, viéndose obligados a aumentar significativamente los precios o abandonar por completo sus perspectivas de venta en Estados Unidos.

    Los expertos de la industria prevén una caída sustancial de los ingresos en abril, y se espera que los portátiles, los teléfonos inteligentes y los equipos de red sean los más afectados. Esta proyección subraya la gravedad de la situación y el potencial de daños a largo plazo para la industria. El impacto no se limita a productos específicos, sino que se espera que afecte a una amplia gama de sectores tecnológicos.

    La situación se complicó aún más por la aplicación de “aranceles recíprocos”, que, antes de una pausa de tres meses, resultaron en un gravamen del 32 por ciento sobre Taiwán. Esto resalta la naturaleza global de la guerra comercial y la interconexión de las cadenas de suministro.

    Las acciones rápidas y, a menudo, impredecibles del presidente de Estados Unidos están obligando a las empresas a adaptarse a condiciones cada vez más inciertas en el mercado global. Los aranceles incluso han justificado su propia página de Wikipedia, lo que demuestra la escala y la importancia de la situación.

    La incertidumbre que rodea a la economía estadounidense y los aranceles está causando una considerable preocupación, particularmente en Taiwán. Muchas organizaciones están adoptando un enfoque de esperar y ver, con la esperanza de comprender las implicaciones a largo plazo de las nuevas políticas.

    En respuesta a los aranceles, algunos fabricantes de portátiles y componentes están buscando activamente soluciones. Se están poniendo en contacto con sus mayores clientes en Estados Unidos, explorando planes de cooperación de “compartir aranceles” para mitigar el impacto financiero de los gravámenes. Esto refleja los esfuerzos de la industria por encontrar formas innovadoras de navegar por el desafiante panorama económico.

    Sin embargo, no todos los fabricantes están cambiando sus planes. Algunos, incluidos los del negocio de componentes pasivos, todavía planean enviar sus productos de acuerdo con el calendario previamente decidido. Esto sugiere que el impacto de los aranceles no es uniforme en todos los sectores y que las empresas están adoptando diferentes estrategias dependiendo de sus circunstancias específicas.

    Finalmente, la empresa de seguridad china Qihoo 360 ha detenido los nuevos envíos, pero se espera que su filial estadounidense tenga suficientes suministros por el momento. Esto ilustra cómo las empresas están tratando de gestionar su inventario y adaptarse al nuevo entorno comercial.

    Las tarifas de Trump están causando una interrupción significativa en el sector tecnológico, con retrasos en los envíos de fabricantes de portátiles como Lenovo, Dell y HP, además de aumentos de precios y suspensiones de ventas por parte de empresas como Razer, Micron y Qihoo 360. Se prevén caídas de ingresos para abril, generando incertidumbre y obligando a las empresas a buscar acuerdos para compartir las tarifas o adoptar una postura de espera, lo que indica cómo las políticas comerciales en rápida evolución remodelan el mercado global. Es crucial una mayor exploración de la cambiante relación comercial entre Estados Unidos y China para comprender las implicaciones a largo plazo para consumidores y empresas.

  • Europa sopesa acuerdo que podría aplastar el dominio de Tesla

    La Unión Europea y China están explorando un posible cambio en la política comercial con respecto a los vehículos eléctricos (VE). Actualmente, la UE ha impuesto aranceles de hasta el 45,3% a los VE fabricados en China, pero se están llevando a cabo conversaciones para reemplazar estos aranceles con un sistema de precios mínimos fijos, una medida que podría impactar significativamente el mercado europeo de VE y plantear desafíos para empresas como Tesla.

    La Unión Europea y China están explorando actualmente un cambio significativo en su relación comercial con respecto a los vehículos eléctricos. En lugar de mantener los altos aranceles impuestos el año pasado a los vehículos eléctricos de fabricación china, las dos entidades están considerando implementar precios mínimos fijos. Este posible acuerdo, con conversaciones programadas para comenzar de inmediato, podría remodelar drásticamente el mercado europeo de vehículos eléctricos.

    Este posible cambio de política presenta un desafío significativo para Tesla, cuyo dominio en Europa ha sido protegido por la limitada presencia de vehículos eléctricos chinos. Como señala Reuters, el éxito de Tesla en Europa se ha debido en gran medida a la ausencia de una competencia significativa de los fabricantes chinos. La respuesta inicial de la UE a la afluencia de vehículos eléctricos chinos fue imponer aranceles, que alcanzaron hasta el 45,3% en ciertos modelos.

    La estructura arancelaria actual incluye gravámenes adicionales para fabricantes chinos específicos. Por ejemplo, los vehículos BYD enfrentan un arancel del 17%, los vehículos Geely un arancel del 18,8% y los vehículos SAIC un arancel del 35,3%, además del arancel estándar del 10% aplicado a todos los vehículos importados. Este complejo sistema arancelario, diseñado para proteger a los fabricantes de automóviles europeos, podría ser reemplazado por un acuerdo de precio mínimo.

    Esta situación se desarrolla en el contexto de las incertidumbres comerciales globales, particularmente en lo que respecta a los posibles aranceles. Estas incertidumbres, incluidas las relacionadas con las políticas comerciales de Donald Trump, ya han impactado negativamente a los fabricantes de automóviles a nivel mundial, incluido Tesla. La empresa con sede en Austin, Texas, se enfrenta a importantes dificultades, lo que hace que el posible cambio de política sea particularmente preocupante.

    Tesla ya está experimentando una disminución en las ventas en toda Europa. Según informes anteriores, las ventas en Alemania se han desplomado en un 62%. En general, las ventas de Tesla en Europa cayeron un 43% en marzo. El artículo sugiere que las continuas “travesuras políticas” podrían exacerbar aún más estas caídas.

    El posible cambio de política podría ser ventajoso para los consumidores. El artículo sugiere que los vehículos eléctricos chinos son a menudo superiores a sus contrapartes europeas y estadounidenses. Los altos aranceles impuestos por Estados Unidos y la UE son, en parte, una respuesta a la calidad de estos vehículos. Si los vehículos eléctricos chinos estuvieran disponibles a precios competitivos, probablemente superarían en ventas a los modelos nacionales.

    Una de las principales preocupaciones para los compradores de vehículos eléctricos es la ansiedad por la autonomía y la infraestructura de carga. Los fabricantes chinos están haciendo avances significativos en esta área. Por ejemplo, BYD lanzó recientemente dos vehículos eléctricos con capacidades de carga “Megawatt”, prometiendo agregar aproximadamente 250 millas de autonomía en solo cinco minutos. Esta capacidad de carga rápida es una ventaja significativa.

    Además, la asequibilidad de los vehículos eléctricos chinos es un factor clave. Los modelos Han L y Tang L de BYD comienzan por debajo del equivalente a $29,000. Este precio es significativamente más bajo que las ofertas comparables de los fabricantes de automóviles occidentales como Tesla, Ford o Mercedes-Benz. Esta ventaja de precio, junto con la tecnología avanzada, hace que los vehículos eléctricos chinos sean muy atractivos para los consumidores.

    El artículo concluye sugiriendo que los consumidores europeos se beneficiarán significativamente de un mayor acceso a los vehículos eléctricos chinos. Sin embargo, también expresa escepticismo sobre desarrollos similares en Estados Unidos, citando la tendencia del país hacia el aislamiento comercial. Esto destaca la posibilidad de una divergencia en los mercados de vehículos eléctricos entre Europa y Estados Unidos.

    La UE y China exploran reemplazar los aranceles a los vehículos eléctricos chinos con acuerdos de precios mínimos, lo que podría socavar la cuota de mercado europea de Tesla y provocar una afluencia de vehículos eléctricos chinos asequibles y tecnológicamente avanzados. Este cambio, impulsado por la superior tecnología de carga y precios competitivos de China, podría beneficiar significativamente a los consumidores europeos, pero plantea desafíos para los fabricantes de automóviles occidentales que luchan por competir.

  • Trump suspende veto a Nvidia, pero acechan restricciones a la IA

    El gobierno de Estados Unidos recientemente revirtió un plan para prohibir las exportaciones de la GPU H20 de Nvidia a China, tras una cena de alto perfil con el CEO de Nvidia, Jensen Huang. Este cambio de política se produce en el contexto de la próxima “Regla de Difusión de la IA”, una nueva regulación que entrará en vigor en mayo de 2024 y que restringe significativamente la venta de procesadores de IA estadounidenses a China. El artículo explora las implicaciones de ambos eventos para Nvidia y el panorama más amplio de las exportaciones de hardware de IA.

    El núcleo del texto proporcionado gira en torno a un cambio significativo en la política de exportación de EE. UU. con respecto a las GPU de IA avanzadas a China, centrándose específicamente en la H20 HGX de Nvidia. Inicialmente, la administración Trump, según informes, planeaba prohibir las exportaciones de estas GPU de alto rendimiento a China, una medida que habría impactado significativamente las sustanciales ventas de Nvidia en ese mercado. Esta inminente prohibición estaba programada para entrar en vigor de manera inminente, lo que subraya un endurecimiento de las restricciones al acceso de China al hardware de IA de vanguardia. El texto afirma explícitamente que EE. UU. había estado preparando estas restricciones durante meses, lo que indica una dirección política deliberada destinada a limitar las capacidades de IA de China.

    Sin embargo, se produjo un cambio dramático de rumbo tras una cena en Mar-a-Lago a la que asistió el CEO de Nvidia, Jensen Huang. El texto informa que esta cena tuvo un alto precio, supuestamente $1 millón, lo que sugiere una interacción de alto riesgo. Crucialmente, el resultado de esta reunión fue la suspensión, según informes, de la prohibición de exportación de la H20 planeada. Esta abrupta reversión vincula directamente la reunión privada y su costo asociado con un cambio significativo en la política, lo que plantea interrogantes sobre la influencia de los intereses corporativos en las decisiones gubernamentales. El texto cita a NPR como fuente de esta información, lo que le da cierta credibilidad al informe.

    Un elemento clave de la narrativa es la promesa reportada hecha por Jensen Huang durante la cena. Según el texto, Huang prometió invertir en infraestructura de IA nacional. Este compromiso parece ser el quid pro quo para la suspensión de la prohibición de exportación. El texto sugiere que esta promesa ayudó a aliviar las preocupaciones dentro de la administración Trump, lo que implica que la motivación inicial de la administración para la prohibición podría haber incluido preocupaciones sobre el avance tecnológico de China en relación con EE. UU. y que el aumento de la inversión nacional por parte de Nvidia abordó estas preocupaciones, al menos temporalmente.

    El texto luego introduce el contexto más amplio de la próxima Regla de Difusión de IA de la administración Biden, que entrará en vigor el 15 de mayo. Esta regla representa un enfoque más integral para restringir el acceso de China a los procesadores de IA estadounidenses. El texto explica que esta regla bloqueará efectivamente a China de obtener estos procesadores al eliminar las excepciones de licencia que anteriormente permitían exportaciones de rendimiento o cantidad limitadas a países de alto riesgo como China. Esto destaca un enfoque más estricto y sistémico de los controles de exportación bajo la administración Biden en comparación con la decisión ad hoc reportada de la administración Trump con respecto a la H20.

    Además, el texto detalla cómo Nvidia había diseñado específicamente su GPU H20 para cumplir con la métrica de rendimiento de procesamiento total (TPP) existente que permitía las exportaciones a China. Sin embargo, la Regla de Difusión de IA introduce un nuevo concepto: la excepción de bajo rendimiento de procesamiento (LPP). Si bien esta excepción permite envíos limitados de GPU que cumplen con los umbrales de TPP a ciertos países sin una licencia, el texto enfatiza que China está explícitamente excluida de usar esta excepción. Esto subraya la gravedad del impacto de la Regla de Difusión de IA en la capacidad de China para adquirir legalmente incluso cantidades mínimas de procesadores de IA estadounidenses avanzados.

    Las implicaciones para Nvidia son significativas, ya que el texto informa de ventas sustanciales de GPU H20 a entidades chinas en el primer trimestre del año calendario 2025, por un total de $16 mil millones. Esta cifra destaca las apuestas financieras involucradas para Nvidia en el mercado chino y el impacto potencial de las restricciones a la exportación. El texto plantea explícitamente la cuestión de si a Nvidia ahora se le permite vender H20 solo hasta la fecha límite del 15 de mayo de la Regla de Difusión de IA o si la suspensión se extiende más allá de esa fecha. Esta incertidumbre subraya la naturaleza fluida y potencialmente contradictoria del panorama actual de control de exportaciones.

    Finalmente, el texto especula sobre las posibles acciones que la administración Trump podría tomar si la suspensión de la prohibición de la H20 se extiende más allá del 15 de mayo. Sugiere que permitir la continuación de las exportaciones de H20 a China probablemente requeriría alterar o incluso eliminar la Regla de Difusión de IA de la administración Biden. Alternativamente, la administración Trump podría otorgar a Nvidia licencias de exportación específicas para grandes clientes, creando efectivamente un vacío legal en la próxima regla. Esta especulación destaca el potencial de intervención política para anular o eludir las políticas establecidas de control de exportaciones, lo que complica aún más el panorama tanto para Nvidia como para la relación tecnológica más amplia entre EE. UU. y China.

    Estados Unidos suspendió temporalmente la prohibición de exportación de las GPU H20 de Nvidia a China, tras una cena de alto perfil y el compromiso de Nvidia de invertir en infraestructura de IA estadounidense. Este cambio se produce en medio de la inminente “Regla de Difusión de IA”, que restringe significativamente las exportaciones de procesadores de IA a China, incluso aquellos que cumplen con umbrales de rendimiento limitados. Nvidia enfrenta un desafío importante debido a las sustanciales ventas de H20 a China, y el futuro de estas ventas depende de posibles modificaciones a la regla o licencias de exportación específicas.

  • Estado Sombra: IA, Vigilancia y Pruebas de Lealtad en el Gobierno Trump

    Una advertencia peculiar se ha extendido por la Agencia de Protección Ambiental: se debe tener cautela con lo que se dice, se escribe y se hace. Esto proviene del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa controvertida lanzada durante el segundo mandato de la administración Trump con el objetivo de recortar el gasto federal y eliminar el despilfarro. DOGE ha expandido rápidamente el uso de la tecnología dentro del gobierno, pero según numerosos informantes, podría estar operando como un estado en la sombra, empleando inteligencia artificial para monitorear las comunicaciones internas y potencialmente suprimir la disidencia.

    Una silenciosa advertencia recorrió la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a principios de enero, no a través de canales oficiales, sino susurrada entre el personal. El mensaje era claro: sean cautelosos con lo que dicen, escriben y hacen. No se trataba de un nuevo código de conducta, sino de una nueva forma de vigilancia, supuestamente impulsada por inteligencia artificial e implementada por un equipo que trabaja directamente bajo Elon Musk. Esta supuesta vigilancia es una preocupación clave en torno al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

    El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un controvertido instrumento de la segunda administración Trump, fue lanzado ostensiblemente para recortar $1 billón en gastos federales y eliminar “despilfarro, fraude y abuso”. Sin embargo, según casi 20 personas internas y cientos de páginas de documentos judiciales revisados por Reuters, las acciones de DOGE parecen ser menos sobre reforma y más sobre el establecimiento de un “estado en la sombra”. Esto sugiere una operación clandestina que opera fuera de las normas y la supervisión gubernamentales tradicionales.

    En el centro de la controversia se encuentra el supuesto uso de IA por parte de DOGE para monitorear las comunicaciones internas dentro de al menos una agencia federal. Tres fuentes familiarizadas con las discusiones internas en la EPA afirman que los agentes de DOGE están desplegando herramientas para escanear los chats y correos electrónicos de Microsoft Teams en busca de sentimientos considerados hostiles a Trump o Musk. Una fuente con conocimiento directo de la guía interna de la EPA declaró explícitamente: “Nos han dicho que están buscando lenguaje anti-Trump o anti-Musk”. Esto indica un enfoque en la lealtad política y personal en lugar de una vigilancia puramente impulsada por la eficiencia.

    Si bien los funcionarios de la EPA reconocieron la exploración de la IA para “optimizar las funciones de la agencia”, negaron usarla para decisiones de personal. No obstante, el clima dentro de la agencia ha cambiado demostrablemente. Desde enero, más de 600 trabajadores han sido puestos en licencia, y la agencia se está preparando para un recorte presupuestario drástico del 65%. Los expertos en ética ven esto como una importante señal de alerta con respecto a la libertad de expresión y la posible intimidación política dentro de las instituciones federales. Kathleen Clark, profesora de la Universidad de Washington en St. Louis, lo caracterizó como un “abuso del poder gubernamental para suprimir o disuadir la expresión que al presidente de los Estados Unidos no le gusta”, destacando el potencial de enfriamiento de la disidencia.

    A las preocupaciones sobre las operaciones de DOGE se suma el secreto generalizado que rodea sus actividades. Según los informes, el personal se comunica rutinariamente utilizando la aplicación de mensajería encriptada Signal, que permite que los mensajes desaparezcan. Esta práctica podría violar las leyes federales de mantenimiento de registros, que exigen la documentación de las comunicaciones oficiales. Esta es la misma aplicación donde el asesor de seguridad nacional de Donald Trump, Mike Waltz, incluyó por error a un periodista en un chat grupal sobre los planes de ataques estadounidenses en Yemen, según informó The Guardian. Kathleen Clark enfatiza la posible ilegalidad de esta práctica, afirmando: “Si están usando Signal y no respaldan cada mensaje en archivos federales, entonces están actuando ilegalmente”.

    Además, se dice que los empleados de DOGE también colaboran en documentos oficiales a través de Google Docs compartidos. Este método elude los procedimientos de investigación y las cadenas de custodia tradicionales, lo cual es muy inusual para el desarrollo de políticas gubernamentales, donde las ediciones suelen registrarse y ser rastreables. Esta falta de transparencia en la creación de documentos alimenta aún más las preocupaciones sobre la rendición de cuentas y la supervisión dentro de DOGE.

    Estas prácticas son parte de un patrón más amplio de eludir los procedimientos establecidos. Después de que el equipo de Musk supuestamente se hiciera cargo de la Oficina de Gestión de Personal (OPM) en enero, bloquearon a más de 100 empleados técnicos de los sistemas clave en la nube, incluidas las bases de datos que contienen información confidencial sobre millones de empleados federales actuales y anteriores. Actualmente, solo dos personas conservan el acceso a estos datos críticos: un trabajador federal de larga data y Greg Hogan, un nombramiento político y exejecutivo de una startup de IA que ahora se desempeña como director de información de la OPM. Esta concentración de acceso plantea importantes preocupaciones de seguridad y privacidad.

    El alcance total del aparato tecnológico de DOGE sigue sin estar claro. Los expertos informan sobre el “fuerte” despliegue del chatbot de IA de Musk, Grok, como parte de la misión de reducción de costos. Sin embargo, las funciones específicas que Grok realiza dentro de los sistemas gubernamentales no se entienden completamente, incluso para algunos que trabajan con él. Elon Musk, que tiene un estatus especial de empleado del gobierno, está legalmente prohibido de usar su cargo para beneficio personal o de la empresa. Sin embargo, las líneas parecen estar difuminándose. Una persona con conocimiento directo de los planes anteriores de Musk declaró que imaginaba usar datos gubernamentales para “construir el sistema de IA más dinámico de la historia”, potencialmente capaz de “hacer el trabajo” de los servidores públicos. Esto plantea interrogantes sobre posibles conflictos de intereses y la privatización de las funciones gubernamentales.

    La administración Trump afirma que DOGE está exento de las leyes de registros públicos porque opera bajo la Oficina Ejecutiva del Presidente. Sin embargo, un juez federal no estuvo de acuerdo y ordenó a DOGE el 10 de marzo que comenzara a entregar registros al grupo de vigilancia Citizens for Responsibility and Ethics in Washington. Hasta ahora, no se han proporcionado documentos, lo que destaca aún más la falta de transparencia y la posible desobediencia a las órdenes judiciales.

    Para algunos, el proyecto DOGE representa un esfuerzo de modernización necesario para llevar al gobierno federal a la era digital, reconociendo la naturaleza obsoleta e ineficiente de los sistemas informáticos heredados. Sin embargo, los críticos argumentan que esta modernización se está produciendo a expensas de la transparencia, las normas legales y los derechos de los funcionarios públicos. Sostienen que la administración está reemplazando a los expertos de carrera con leales, desmantelando las salvaguardas institucionales y aprovechando las nuevas tecnologías para perseguir objetivos ideológicos. Kathleen Clark resume sucintamente esta preocupación, afirmando: “Esto no se trata solo de eficiencia. Se trata de poder: quién lo tiene, quién observa y quién es observado”. A medida que la influencia de DOGE se expande por las agencias federales, la línea divisoria entre la disrupción de Silicon Valley y la rendición de cuentas del gobierno se está erosionando rápidamente, dejando gran parte de sus operaciones ocultas al escrutinio público. A pesar del secreto, las señales de su impacto son cada vez más fuertes.

    El artículo detalla el controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado bajo la administración Trump con el objetivo de reducir el gasto federal. DOGE, supuestamente ayudado por el equipo de Elon Musk y utilizando herramientas de IA como Grok, es acusado de monitorear las comunicaciones internas del gobierno en busca de disidencia hacia Trump o Musk, potencialmente violando la libertad de expresión y las leyes de registro. El secretismo rodea las operaciones de DOGE, con personal utilizando aplicaciones de mensajería encriptada y eludiendo los procedimientos de investigación tradicionales, lo que genera preocupación sobre la transparencia, la rendición de cuentas y la instrumentalización de la tecnología dentro del gobierno. La erosión de la transparencia exige un escrutinio inmediato y una supervisión sólida para salvaguardar los principios democráticos y proteger los derechos de los funcionarios públicos.